El gobernador de Santa Fe responde a las críticas por el trato a los reclusos
El gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, respondió a las críticas de sectores que sostienen que la provincia no está cumpliendo con los derechos y garantías de los reclusos. Pullaro apuntó fuerte contra los organismos de derechos humanos y les pidió que se lleven a los presos a sus casas si están tan preocupados por su bienestar.
Pullaro hizo estas declaraciones durante la presentación de 30 patrulleros para la ciudad de Santa Fe. En esa línea, el mandatario provincial manifestó: "Aquí los presos no van a cometer más delitos desde la cárcel, no van a tener celular y no es que no les entra comida porque nosotros somos malos: no dejamos que les entre de afuera porque ahí les llevan elementos ilegales y todos lo saben".
El gobernador también dijo que los abogados defensores, la familia y los organismos de derechos humanos están al tanto de que con los alimentos ingresan elementos prohibidos a las cárceles. "Ahí entraba droga, elementos prohibidos y celulares. Se terminó y vamos a trabajar para garantizar que todos y todas puedan vivir mejor".
Por último, Pullaro sentenció: "No podemos permitir que los presos desde allí manejen organizaciones criminales. No vamos permitir que desde la cárcel manden a matar".
Pullaro pide endurecer las medidas contra los presos
Las declaraciones de Pullaro se producen en un contexto de creciente preocupación por la situación de los derechos humanos en las cárceles de Santa Fe. En los últimos meses, se han registrado varios casos de violencia y motines en los penales de la provincia.
Pullaro ha pedido endurecer las medidas contra los presos y ha dicho que está dispuesto a utilizar la fuerza para restablecer el orden en las cárceles. Esta postura ha sido criticada por los organismos de derechos humanos, que sostienen que el uso de la fuerza solo agravará la situación.
El debate sobre el trato a los presos en Santa Fe continuará en las próximas semanas. El gobierno provincial deberá encontrar un equilibrio entre la necesidad de mantener el orden en las cárceles y el respeto a los derechos humanos de los reclusos.