Miguel Ángel Martín, el número dos de Isabel Díaz Ayuso, afirma que su gobierno será "combativo"
Miguel Ángel Martín, vicepresidente de la Comunidad de Madrid, ha declarado este lunes que el gobierno de Isabel Díaz Ayuso no será únicamente "gestor", sino también "combativo". Este cambio de paradigma supone un giro en la estrategia de Ayuso, que prescindió en 2023 de los pesos pesados de su Ejecutivo, especialistas en la confrontación con el gobierno de Pedro Sánchez, para formar un equipo de técnicos y gestores sin experiencia en primera línea política.
El error de cálculo de Ayuso
La decisión de Ayuso partió de un error conceptual: dar por hecho que Alberto Núñez Feijóo (PP) ocuparía La Moncloa tras las elecciones de julio de 2023, lo que haría innecesario el enfrentamiento constante con el gobierno central. Sin embargo, casi un año después, la crisis política y reputacional desatada por el presunto fraude fiscal de la pareja de Ayuso, Alberto González Amador, ha demostrado que los consejeros de la presidenta regional son precisamente lo que no iban a ser: soldados en la oposición a La Moncloa, donde sigue residiendo Sánchez.
El nuevo discurso combativo del gobierno de Ayuso
En su discurso, Martín ha insistido en que el gobierno de Ayuso será "gestor, pero también combativo", y se ha comprometido a defender a los madrileños de cualquier ataque contra su libertad o igualdad. Esta nueva estrategia se ha hecho patente en las últimas semanas, con varios consejeros del gobierno regional lanzando críticas al gobierno central. El titular de Educación, Emilio Viciana, el de Sanidad, Fátima Matute, el de Vivienda, Transportes e Infraestructuras, Jorge Rodrigo, y el de Interior, Carlos Novillo, han acusado a Sánchez de usar las instituciones para "atacar" a Madrid y perjudicar a la capital de España.
El caso González Amador, un punto de inflexión
El caso del presunto fraude fiscal de la pareja de Ayuso ha sido un punto de inflexión en la estrategia del gobierno regional. Martín ha defendido a González Amador, afirmando que los "medios del Estado" se están utilizando para "desgastar" a la presidenta. Esta defensa ha llevado a un cambio de estrategia que culmina en un momento de necesidad para Ayuso, que se ha visto obligada a recuperar el discurso combativo ante la crisis comunicativa y la falta de escuderos políticos.
Pese a este cambio de paradigma, el gobierno de Ayuso sigue estando pensado para que la presidenta brille sin que nadie le haga sombra, lo que puede suponer un problema cuando Ayuso prefiere evitar los focos. Este mismo lunes, la presidenta anuló su asistencia a un desayuno informativo en el último minuto, argumentando que quería asistir al debate de la ley de amnistía en el Senado.