¿Qué ocurrió?

Hace miles de millones de años, un meteorito colosal impactó la Tierra, un acontecimiento que habría tenido consecuencias tanto devastadoras como beneficiosas para la vida de nuestro planeta. Un estudio reciente arroja luz sobre este extraordinario suceso.

Un impacto colosal

El meteorito, denominado S2, tenía un tamaño estimado 200 veces mayor que el que acabó con los dinosaurios hace 66 millones de años. Su impacto desencadenó un tsunami que mezcló los océanos y arrastró los escombros de la Tierra a las zonas costeras.

Consecuencias devastadoras

El impacto liberó una enorme cantidad de energía, provocando la ebullición de la capa superior del océano y el calentamiento de la atmósfera. Poco después, una espesa nube de polvo cubrió el planeta, bloqueando la luz solar y deteniendo la fotosíntesis.

Un lado positivo

A pesar de las devastadoras consecuencias, el estudio sugiere que el impacto también tuvo un lado positivo. La vida bacteriana se recuperó rápidamente, y las poblaciones de organismos que se alimentan de fósforo y hierro experimentaron un fuerte aumento.

Fósforo del espacio

Algunos investigadores creen que el fósforo, un elemento esencial para la vida, pudo haber llegado a la Tierra a través del propio meteorito. Esto habría proporcionado un impulso vital a los organismos que dependían de este elemento.

Beneficios a largo plazo

El estudio concluye que, si bien el impacto del S2 tuvo consecuencias devastadoras en el corto plazo, también pudo haber creado condiciones favorables para el florecimiento de la vida en la Tierra. Los investigadores señalan que estos impactos podrían haber beneficiado a la vida, especialmente en sus primeras etapas.

Los hallazgos de este estudio proporcionan información valiosa sobre los eventos catastróficos que han dado forma a la historia de la Tierra y el papel que desempeñaron en el desarrollo de la vida.