El ingeniero del proyecto de división de las discotecas de Murcia que se incendiaron niega responsabilidades

El ingeniero técnico que redactó el proyecto de división de las discotecas de Murcia que se incendiaron el pasado mes de octubre, causando la muerte de 13 personas, ha negado hoy ante la jueza que instruye el caso que el proyecto no se ajustara a la normativa vigente.

El ingeniero, Carlos José Fuentes, ha declarado en calidad de testigo en el procedimiento abierto por 13 posibles homicidios imprudentes a raíz de este incendio, y lo ha hecho durante más de dos horas, en las que ha reiterado la adecuación del proyecto, que consistió en “sectorizar” la nave que ocupaban las salas de fiesta para que que pudiera funcionar “una sala, otra, o las dos a la vez”.

Fuentes ha insistido en que la obra y todas las medidas de seguridad cumplían con la normativa vigente y que se presentó “todo lo que el Ayuntamiento ha exigido en cada momento para que el negocio estuviera abierto”.

La discoteca Fonda Milagros funcionaba sin licencia

El proyecto de división de las salas, ha dicho, se llevó a cabo entre 2017 y 2019, aunque no fue hasta junio de ese año cuando los propietarios de Teatre solicitaron formalmente al ayuntamiento la licencia para hacer las obras. El local, sin embargo, ya estaba dividido en esa fecha y la discoteca Fonda Milagros funcionaba al menos desde dos meses antes, organizando fiestas que publicitaba en redes sociales.

La Administración se demoró en contestar: lo hizo a finales de 2020 con una inspección al local, y volvió a pronunciarse en septiembre de 2021 con un requerimiento a Teatre, antes de emitir, en enero de 2022, la orden de cese de actividad, que ratificó en octubre de ese año, aunque nunca llegó a ejecutarse.

En paralelo a este procedimiento, la discoteca inició en marzo de 2022 un expediente para legalizar su situación, que continuaba abierto en la fecha del incendio.

Los abogados de las víctimas piden que el ingeniero sea investigado

Los abogados que representan a los familiares de las víctimas mortales del incendio consideran que el ingeniero debería comparecer como investigado y no como testigo en este caso, pues piensan que tiene responsabilidad directa en el incendio por los fallos en la seguridad.

Para el letrado José Manuel Muñoz Ortín, el fallo más flagrante es el de las salidas de emergencia de Fonda Milagros, donde fallecieron las 13 víctimas, y que no pudieron utilizarse porque no daban a la calle, sino que comunicaban con Teatre, donde los investigadores sitúan el origen del fuego.

En su opinión, esa ubicación de las puertas es ilegal porque no comunicaban con un lugar seguro, tal y como establece la normativa. El abogado Pedro López Graña ha puesto el foco también en “la situación aparentemente muy anómala” de la instalación eléctrica: las discotecas no contaban con ninguna empresa suministradora y se abastecían con un generador externo.

La investigación de este incendio dará un nuevo paso mañana, cuando está previsto que varios peritos contratados por las familias de las víctimas entren en las discotecas incendiadas para recabar sus propias pruebas sobre el suceso.