San Matías no es San Matías: un mecenas pinta la iglesia de su pueblo con su cara como un santo
La iglesia del siglo XII de San Miguel de Latre, un pequeño pueblo del Prepirineo oscense, presenta una nueva decoración que incluye un nuevo santo en su techo. Un peculiar San Matías ha aparecido retratado en la bóveda recién pintada, y su fisonomía es idéntica a la del empresario que financió el trabajo, Eduardo Lacasta, un viejo conocido del lugar y condenado por estafa en 2020.
Un acto sin autorización
Esta no es la primera vez que Lacasta actúa como mecenas de esta parroquia, pero sí es la primera vez que ha decidido dejar constancia de esta manera, lo que ha generado un gran revuelo entre los vecinos, la Iglesia y la dirección general de Patrimonio, ya que no se ha solicitado ni concedido permiso para incluir su retrato.
El pasado viernes, sin más explicaciones, la imagen de San Matías apareció cambiada y ya no mostraba el rostro del empresario.
Indignación entre los vecinos y la Iglesia
La historia fue revelada este martes por la periodista Cristina Pérez, de la cadena SER en Jaca, quien a través de un grupo de WhatsApp de mujeres rurales leyó la denuncia de una historiadora de la zona -que prefiere mantener el anonimato- indignada por este acto de "megalomanía rural" poco común.
El mensaje, visto por este periódico, relataba cómo "un vecino con recursos" había decidido "sin contar con la opinión de expertos en restauración ni con el visto bueno de nadie", repintar la entrada del templo "a su gusto, llegando a retratarse a sí mismo como San Matías". La autora lamentaba "el desastre y el ridículo" de esta acción y el daño que suponía para el patrimonio de una iglesia "típica del románico aragonés y de incalculable valor". Y concluía lanzando una advertencia: "Vecinos, estad alerta, en serio, de estos saltacletas y ladrones de santos. Los tentáculos de Lacasta pueden extenderse".
El enfado es compartido por la Iglesia, que tampoco conocía esta "iniciativa". El delegado de patrimonio de la diócesis, Jesús Lizalde, lo reconoce: "Me quedé de piedra, no sabíamos nada de este asunto, se hizo sin autorización y ni tuvimos conocimiento ni dimos permiso".
El arrepentimiento de Lacasta
La diócesis de Jaca se puso en contacto con el empresario Lacasta y lo citó para abordar el asunto el pasado 31 de diciembre. Lizalde relató a la SER en Jaca: "Hablamos, se dio cuenta de que había metido la pata y pidió disculpas. Es un entusiasta de la parroquia y, así como había colaborado con otras cosas, se le ocurrió este asunto". Estas palabras fueron pronunciadas antes de que la imagen con el rostro del mecenas fuera sustituida por otra este viernes.
Un currículo abultado
El expediente de Eduardo Lacasta es amplio. En su trayectoria no solo figura este ejercicio de "generosidad" con la iglesia de su pueblo, sino también la estafa por la que fue condenado en 2020 a seis años de prisión por haber defraudado 45 millones de euros a través de Fincas Atlanta, una empresa del sector inmobiliario que entonces era de su propiedad y que descapitalizó. Finalmente, un acuerdo con la fiscalía le permitió pasar solo unos meses en prisión.
Una elección no casual
Algunos vecinos creen que Lacasta "quiere ganarse el cielo", pero por si acaso "ya se ha pintado a sí mismo como santo". La elección de San Matías tampoco es casual. Eduardo Lacasta pertenece a la conocida como casa Sastre, en Latre, y el santo Matías es el patrón de los sastres, así como de los arquitectos y carpinteros, por lo que tiene un significado especial para él.
Un toque de atención
"Sentimos dolor y pena porque estas acciones son un reflejo de la incultura y el poco cuidado hacia el patrimonio", afirma Pilar Piedrafita, de la asociación Amigos del Serrablo, que pide que "un hecho tan mediático como este obligue a poner el foco en la protección del patrimonio que tenemos y nos ayude a que la sociedad civil sea más consciente y evitemos estos desmanes".
La idea de que cualquier persona con posibilidades económicas pueda intervenir en cualquier patrimonio "puede poner en peligro numerosos monumentos históricos", advirtió la historiadora que denunció el hecho.
Posibilidades de negocio
Este fin de semana, Latre se prepara para aumentar su número de visitantes, atraídos por la curiosidad de ese San Matías que en apenas una semana ha tenido dos caras.