El ITESAT sigue haciendo historia: un satélite diseñado por estudiantes, egresados y profesores del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO) ya ha realizado tres vuelos suborbitales con la NASA, y se espera que en 2025 regrese al espacio para una nueva misión.
El origen del ITESAT
El proyecto ITESAT se remonta a 2022, cuando estudiantes, egresados y académicos del ITESO se unieron al proyecto Módulo Experimental para el Diseño Iterativo de Subsistemas Satelitales (EMIDSS), liderado por el Instituto Politécnico Nacional (IPN) y en el que también participa la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
El objetivo de este equipo interuniversitario es desarrollar tecnologías y experimentar en los límites de la atmósfera y el espacio, todo ello bajo los rigurosos estándares y evaluaciones del Programa de Globos Científicos de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA).
¿Qué es el ITESAT?
El ITESAT es un pequeño cubo metálico que puede sostenerse en la palma de la mano. A simple vista puede parecer pequeño, pero es capaz de soportar las intensas condiciones de subir y bajar de la estratosfera, a más de 50 kilómetros de altura.
Sus componentes son el resultado de años de investigación y es capaz de almacenar y transmitir información del entorno desde el espacio.
El trabajo del ITESO en el proyecto
En el proyecto ITESAT colaboran unas 40 personas de la comunidad universitaria, entre estudiantes de las ingenierías Electrónica, Mecánica y Desarrollo de Software, estudiantes de la Especialidad en Sistemas Embebidos y la Maestría en Diseño Electrónico, así como egresados de estos mismos programas.
En 2022, en la misión FY22-FTS, el ITESO diseñó una computadora de vuelo que podía reconfigurarse durante el viaje y un software especializado que permitió que la estación suborbital EMIDSS-3 se elevara y recogiera información del entorno. También se llevó una carga útil secundaria, que permitió evaluar el rendimiento de los dispositivos electrónicos en esas condiciones.
En 2023 se implementó un sistema embebido (un sistema informático cuyos componentes se integran en una tarjeta o placa base) que contaba con un microprocesador de grado automotriz proporcionado por la empresa NXP. Esto proporcionó más soporte a la computadora del módulo EMIDSS-4 que, como en todas las misiones, se elevó gracias a un globo científico del tamaño de un estadio de fútbol.
No fue hasta 2024 cuando el CubeSat ITESAT llegó a la estratosfera, a más de 55 kilómetros de altura, durante el módulo EMIDSS-5, y recorrió 330 kilómetros. Partió de la estación de la NASA en Fort Sumner, Nuevo México. En él se integraron dispositivos de regulación de voltaje, sensores ambientales capaces de medir el ozono, el metano, la temperatura y el GPS. También se probaron su memoria, estructura y nuevas baterías.
El último vuelo fue un éxito y todo el equipo espera participar en la próxima misión con el módulo EMIDSS-7 en agosto de este año, en la que se implementará en el ITESAT un transmisor de 835 kilómetros.
Luis Rizo Domínguez, coordinador de la Especialidad en Sistemas Embebidos del ITESO:
"Buscamos desarrollar dispositivos espaciales, como satélites, con una misión específica. El primer objetivo del ITESAT es que esté en órbita, que todos sus sistemas funcionen y que podamos comunicarnos con él."