Miguel Ángel Rodríguez, en el banquillo de los acusados
El jefe de gabinete de Isabel Díaz Ayuso, Miguel Ángel Rodríguez, se ha visto obligado a declarar como testigo en el Tribunal Supremo en el marco del caso que investiga la presunta revelación de secretos por parte del Fiscal General del Estado, Álvaro García Ortiz. Aunque se le advirtió de que el asunto seguía siendo secreto, Rodríguez no pudo resistirse a desparramar nuevas mentiras cuando acabó de declarar.
El bulo del correo electrónico
Uno de los puntos clave del caso es un correo electrónico confidencial que Rodríguez filtró a los medios de comunicación. En dicho correo, la Fiscalía ofrecía un acuerdo al novio de Ayuso a cambio de que admitiera dos delitos fiscales. Sin embargo, Rodríguez ocultó que el novio de Ayuso ya había ofrecido este acuerdo en un correo electrónico anterior, lo que desvirtúa el ofrecimiento de la Fiscalía.
El ataque al fiscal general
Rodríguez ha defendido la necesidad de condenar al fiscal general por filtrar información personal de un supuesto delincuente, aunque existen numerosos precedentes de publicación de expedientes fiscales en los medios de comunicación. Además, acusa al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de orquestar una operación política contra Ayuso. Sin embargo, no aporta pruebas de esta acusación.
La defensa del defraudador confeso
Rodríguez también ha defendido a Alberto González Amador, novio de Ayuso y defraudador confeso, acusando a Hacienda de no haber resuelto su caso a tiempo si no fuera por su relación con la presidenta madrileña. Sin embargo, Hacienda resolvió el engaño de González Amador aprobando una “liquidación vinculada a delito”, tal y como prevé la Ley.
Las declaraciones de Rodríguez ponen de manifiesto su voluntad de tergiversar la realidad y atacar a sus oponentes políticos, sin importar las consecuencias. Su comportamiento es un claro ejemplo de la falta de ética que impera en la política española.
“Creo que el fiscal general del Estado tiene que ser juzgado, tiene que ser condenado de manera ejemplar para que nunca a nadie más se le ocurra dar a conocer un expediente secreto de un español”, ha afirmado Rodríguez.