Nuestra pasión por la lutería lleva la música navarra a todo el mundo
Iñaki Arguiñarena, un lutier uruguayo de ascendencia navarra, ha encontrado en el pequeño pueblo de Arzoz, en Navarra, el lugar perfecto para desarrollar su pasión por la construcción y reparación de violines, violas y violonchelos.
Un viaje hacia sus raíces
Arguiñarena nació en Montevideo hace 38 años, pero sus raíces familiares lo llamaron a Navarra. Su traslado a Bilbao en 2011 para estudiar lutería en la escuela Bele fue el primer paso para acercarse a su herencia navarra. Allí, descubrió que su abuelo paterno era de Errazquin y su abuela de Biurrun. Años más tarde, junto a su pareja, decidió establecerse en el valle navarro de Guesálaz, donde actualmente vive y trabaja.
El arte de la lutería
La lutería es una profesión especializada en la construcción y reparación de instrumentos musicales de cuerda. Arguiñarena destaca que, a pesar de los avances de la industria, la lutería artesanal sigue teniendo un lugar en el mundo de la música. "Nuestro trabajo está a un nivel al que es difícil llegar. Hay muchos sitios a los que llega el instrumento de fábrica y se monta manualmente porque hay ajustes que la industria no logra rentabilizar.", explica.
Cada instrumento, una obra única
Para Arguiñarena, cada instrumento es único y tiene su propia personalidad. "No hay dos violines iguales. El músico encuentra en cada instrumento cosas distintas. Cada instrumento tiene su propio recorrido, su propio intérprete, su propia vida. Y luego, se transforman. Se transforman con el sonido.", afirma.
Innovación y tradición
El arte de la lutería está en constante evolución, y la tecnología desempeña un papel cada vez más importante. Arguiñarena utiliza escáneres para analizar la vibración de los instrumentos y comprender mejor su funcionamiento. "Hay muchas herramientas que nos permiten visualizar lo que son años de experiencia entre músicos y lutieres.", señala.
Un futuro prometedor
Arguiñarena mira hacia el futuro con optimismo. "La lutería tiene relevo generacional. Hay jóvenes que se están interesando por este oficio.", asegura. Además, planea participar en ferias internacionales para seguir aprendiendo y ampliar su cartera de clientes. "Quiero que la música desde el pequeño pueblo navarro de Arzoz llegue a todos los confines del mundo.", concluye.