El Mediterráneo, un mar tropical: las temperaturas del agua superan los 30ºC en pleno verano
El pasado 10 de agosto, el Mediterráneo batió un nuevo récord de temperatura superficial, alcanzando los 28,15 ºC, la más alta registrada desde que comenzaron las mediciones en 1982. Este aumento sin precedentes está teniendo graves consecuencias para la vida marina y los ecosistemas costeros.
Un océano en llamas
Según un informe del Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo (CEAM), 18 de los 20 valores diarios más altos de temperatura registrados en el Mediterráneo en los últimos 40 años se han producido en los últimos dos años. Esta tendencia al calentamiento se debe principalmente al cambio climático, que está provocando un aumento de las temperaturas globales y una mayor frecuencia de fenómenos meteorológicos extremos.
El calentamiento del Mediterráneo es especialmente preocupante debido a su naturaleza de cuenca cerrada, con una única salida a través del estrecho de Gibraltar. Esto limita la renovación de las aguas y favorece el estancamiento del calor. Además, la presencia de zonas costeras densamente pobladas y con mucha pendiente aumenta el riesgo de lluvias torrenciales y otros fenómenos meteorológicos adversos.
Impacto en la vida marina
El aumento de las temperaturas del Mediterráneo está teniendo un impacto devastador en la vida marina. Los eventos de mortalidad masiva entre las especies marinas se han incrementado notablemente en los últimos años, especialmente entre los corales y los peces. Esto se debe a que muchas especies no pueden tolerar las altas temperaturas y mueren o migran a aguas más frías.
Además, el calentamiento del agua favorece la proliferación de especies invasoras tropicales, que son más resistentes a las altas temperaturas. Estas especies pueden competir con las especies autóctonas por los recursos y alterar los ecosistemas marinos.
Amenaza para las costas
El aumento del nivel del mar y la mayor frecuencia de fenómenos meteorológicos extremos también están amenazando las costas del Mediterráneo. La erosión costera está destruyendo playas y viviendas, y las inundaciones están provocando daños generalizados. Esto está poniendo en peligro a las comunidades costeras y a su economía.
Ante esta situación, los expertos advierten de la necesidad de tomar medidas urgentes para mitigar el cambio climático y proteger el Mediterráneo. Estas medidas incluyen la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, la promoción de las energías renovables y la implementación de medidas de adaptación para hacer frente a los impactos del calentamiento global.