El tercer nivel del Mictlán: el hogar de la deidad de la obsidiana y el castigo

El Día de Muertos, una de las celebraciones más importantes de México, está a la vuelta de la esquina. En la mitología mexica, el Mictlán es el inframundo de los muertos, dividido en nueve niveles. Recientemente, hemos explorado los dos primeros niveles: Itzcuintlán, hogar de los perros guía, y Tepectli Monamictlan, donde se encuentran los cerros que se juntan.

Iztepetl: el tercer nivel de la montaña de obsidiana

El tercer nivel, conocido como Iztepetl, significa "montaña de obsidiana". Aquí reside la deidad Iztlacoliuhqui, dios de la obsidiana y del castigo, quien protege una muralla cubierta de afilados cuchillos de pedernal que desgarran a quienes intentan cruzarla. Según la leyenda, un poderoso viento sopla al final de este nivel, despojando a los muertos de sus pertenencias, incluso de sus ropas.

Iztlacoliuhqui: el dios del frío y las nevadas

Iztlacoliuhqui fue una deidad muy respetada por los mexicas debido a su papel como dios del frío y las nevadas. Estas condiciones climáticas podían arruinar sus cultivos, lo que afectaba gravemente su sustento.

La leyenda cuenta que Iztlacoliuhqui era originalmente una deidad bondadosa y compasiva. Sin embargo, cuando el dios del sol Tonatiuh exigió sacrificios, se enfureció porque no podía aceptar tal petición. En un acto de desafío, subió a una montaña e intentó herir al sol con una flecha de obsidiana. Tonatiuh respondió hiriendo gravemente a Iztlacoliuhqui en la cabeza, lo que cambió su personalidad drásticamente. A partir de ese momento, se volvió frío y temperamental, como la obsidiana que lo había herido.

Iztlacoliuhqui es ahora responsable de los cambios bruscos de temperatura y se le atribuyen las heladas que afectan las cosechas. (Información de El Universal / México Desconocido / La Razón / Gob .mx)