El Mictlán: El primer nivel y su importancia en el viaje del alma

En el marco de la celebración del Día de Muertos, una festividad mexicana llena de tradiciones, costumbres y leyendas, es oportuno adentrarnos en el concepto del Mictlán, el lugar donde, según las creencias mexicas prehispánicas, las almas de los difuntos emprenden un viaje eterno.

El Mictlán y sus niveles

El Mictlán es descrito como un lugar de nueve niveles, cada uno con sus particulares desafíos y pruebas para el alma del difunto. El primer nivel, conocido como Itzcuintlán, es uno de los más curiosos y simbólicos.

Itzcuintlán: El lugar donde habita el perro

Itzcuintlán, cuyo nombre significa 'lugar donde habita el perro', es el lugar adonde llegan los perros después de dejar la Tierra. Según la leyenda, el alma del difunto debe cruzar un caudaloso río llamado Chiconahuapan, un paso peligroso que solo puede superarse con la ayuda de un Xoloitzcuintle.

En las culturas prehispánicas, los Xoloitzcuintles eran considerados guardianes que auxiliaban a los difuntos en su travesía por el Mictlán. Se creía que quienes maltrataban a los perros o animales no serían dignos de su ayuda y quedarían vagando en las orillas del río por toda la eternidad.

El Xoloitzcuintle: Guía y protector

El Xoloitzcuintle, con su lealtad y conexión con el mundo espiritual, es un símbolo de guía y protección. Si el difunto tenía un Xoloitzcuintle como compañero en vida, este lo ayudará a cruzar el río Chiconahuapan, evitando así el encuentro con Xochitonal, una gigantesca iguana azul que castiga a las almas que intentan cruzar sin la ayuda de su perro.

Otras leyendas sugieren que cualquier perro que haya acompañado al difunto en su vida terrenal puede ayudarlo en este cruce.

El simbolismo del perro en el viaje del alma

El perro, en diferentes culturas y mitologías, ha sido asociado con el viaje del alma y el tránsito entre el mundo de los vivos y el de los muertos. En el caso del Mictlán, el perro guía y protege al difunto, facilitando su paso a través de los desafíos del primer nivel.

El Día de Muertos es una oportunidad para recordar y honrar a nuestros seres queridos fallecidos. Al conocer las tradiciones y simbolismos que rodean el Mictlán, podemos apreciar la profundidad de las creencias mexicanas sobre la vida, la muerte y el viaje del alma.