La versión oficial se derrumba: Obispo de Morelos ingresó voluntariamente a un hotel con otro hombre

En un giro inesperado en el caso del obispo Salvador Rangel Mendoza, las autoridades de Morelos sostienen que el líder religioso entró por su propia voluntad a un hotel, acompañado de un hombre.

Declaraciones contradictorias

Esta nueva información contradice la versión inicial de la Fiscalía General del Estado de Morelos (FGE), que había señalado que el obispo emérito de la diócesis de Chilpancingo fue víctima de un secuestro exprés.

La desaparición de Rangel Mendoza fue reportada el pasado 27 de abril, y fue hallado con vida dos días después en el hotel Real Ocotepec ubicado en Cuernavaca, Morelos.

La indagatoria continúa

El comisionado estatal de Seguridad Pública de Morelos, José Antonio Ortiz Guarneros, indicó que el hombre que acompañaba al obispo posteriormente se retiró del lugar donde presuntamente permaneció dos días el líder religioso.

Guarneros también señaló que los avances en la investigación han sido entregados a la Fiscalía de la entidad para dar paso al proceso correspondiente.

Críticas a la Fiscalía

Además, Guarneros acusó a la Fiscalía de Morelos de impedirles acceder a información al inicio de las indagatorias por la presunta desaparición de Rangel Mendoza.

El comisionado reiteró que Uriel Carmona, titular de la Fiscalía de Morelos, deberá demostrar los fundamentos con los que se basó para apuntar que el obispo de Chilpancingo sufrió un secuestro exprés.

Detalles reveladores

Al momento de ser encontrado, Salvador Rangel Mendoza poseía dos pastillas de sildenafil, sustancia mejor conocida como viagra, según reveló información policial filtrada a medios de comunicación.

Mientras que con base al examen toxicológico al que obtuvo acceso El Universal, fue detectado en el organismo del obispo, fuertes drogas como cocaína y benzodiacepina.

Polémica en aumento

El caso de Salvador Rangel Mendoza ha generado polémica y acusaciones de encubrimiento por parte de las autoridades de Morelos.

Políticos y grupos de la sociedad civil exigen una investigación transparente y el esclarecimiento de los hechos.