El pan de gambas, un aperitivo popular en las gastronomías asiáticas, especialmente en la china, malaya e indonesia, es un engaño culinario. A pesar de su textura crujiente y sabor umami, esconde un interior poco saludable, lejos de merecer la etiqueta de sano.

Apenas contiene gambas

El pan de gambas apenas contiene gambas, alrededor de un 7%, una cantidad irrisoria que no justifica su nombre. Además, se presenta en forma de obleas hinchadas, teñidas de colores llamativos como rosa o naranja.

Alto contenido de azúcar, sal y grasas

Este snack es rico en azúcar, sal y grasas poco saludables. El azúcar, aunque mejora su sabor, se asocia con problemas de salud como la obesidad, la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardíacas. La OMS recomienda limitar la ingesta de azúcares libres a menos del 10% de las calorías diarias.

La sal, necesaria en pequeñas cantidades, es excesiva en el pan de gambas, lo que puede provocar hipertensión arterial, enfermedades cardiovasculares y accidentes cerebrovasculares.

Las grasas utilizadas en la fritura, método de elaboración del pan de gambas, son perjudiciales para la salud. Se oxidan durante el proceso, formando compuestos tóxicos como los aldehídos, que dañan el corazón.

Carbohidratos refinados y ausencia de fibra

El almidón de maíz y la harina refinada, utilizados como agentes de volumen y textura, son carbohidratos refinados con un alto índice glucémico, lo que provoca picos rápidos en los niveles de azúcar en sangre. Estos carbohidratos carecen de los beneficios de los carbohidratos complejos, como la fibra, que ayudan a mantener niveles estables de azúcar en sangre y promueven la saciedad.

La harina de tapioca, otro ingrediente habitual, es una fuente de carbohidratos con escaso valor nutricional. Su alto índice glucémico también contribuye a las fluctuaciones en los niveles de azúcar en sangre.

La ausencia de fibra dietética en el pan de gambas puede provocar problemas digestivos y aumentar el riesgo de enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2 o las enfermedades cardíacas.

Aunque el huevo aporta proteínas, su cantidad es mínima y no compensa los efectos negativos de otros ingredientes. El contenido proteico es bajo en comparación con la cantidad de carbohidratos y grasas.

Conclusión

El pan de gambas es un aperitivo engañoso, poco saludable y nutricionalmente desequilibrado. Su consumo debe ser muy ocasional, ya que no aporta ningún beneficio nutricional significativo y puede ser perjudicial para la salud a largo plazo.