El Papa Francisco aboga por la paz y la unidad en Rosario

En respuesta al preocupante incremento de la violencia en Rosario, que ha venido planteando desafíos significativos a la seguridad pública, el Papa Francisco ha extendido un mensaje conmovedor dirigido a la comunidad rosarina. El Sumo Pontífice, desde la Santa Sede, ha llamado a todos los sectores de la sociedad a unirse en el compromiso por la reconstrucción del tejido social y la búsqueda permanente de la paz.

El llamado a la acción en Rosario

El líder de la Iglesia Católica destacó la capacidad inherente de la gente de Rosario para superar los obstáculos que amenazan su integridad y la de sus miembros más vulnerables. Además, dejó en claro que, sin la complicidad de diversos sectores del poder, la situación de violencia no hubiera alcanzado el punto crítico actual. En su mensaje, el Papa instó a 'rehabilitar la política' como una vocación noble que busca el bien común y a establecer un consenso que abogue por políticas públicas eficaces y leyes justas.

Francisco hizo énfasis en la necesidad de que el sistema democrático proteja la institucionalidad de la justicia, permitiendo su independencia para investigar la corrupción y el lavado de dinero que propician el narcotráfico. Subrayó la responsabilidad del poder judicial de mantener su integridad, comenzando por la rectitud moral de cada uno de sus miembros.

La importancia del trabajo conjunto

Reconociendo la valentía de aquellos que se comprometen con la justicia, a menudo arriesgando su propia seguridad, el Papa animó al sector empresarial a evitar la connivencia con organizaciones criminales y a ejercer un compromiso social más activo. Resaltó la figura de Enrique Shaw como ejemplo de empresario comprometido con la comunidad. Francisco remarcó que la labor para alcanzar la paz es un esfuerzo que requiere de la creatividad y el compromiso de cada individuo en la sociedad y que, incluso dentro de los barrios privados, nadie está exento de los peligros actuales.

Ante un clima de temor que puede aislar y paralizar, el Papa instó a la comunidad a comprometerse en la creación de espacios comunitarios en los barrios más vulnerables, utilizando como base la riqueza institucional existente para crear comunidad y brindar oportunidades de desarrollo a niños y jóvenes.

Un mensaje de amor y acompañamiento

Finalmente, el Papa Francisco enfatizó el rol de la Iglesia como entidad de acompañamiento y amor hacia los más afectados por la violencia y la pobreza, destacando la parroquia como un espacio de cercanía y amor donde todos pueden sentirse acogidos y partícipes de una familia más amplia. El mensaje del Pontífice cerró con un llamado a la intercesión de la Virgen del Rosario por todos, especialmente por los más necesitados y en situaciones de vulnerabilidad.