Los mexicanos prefieren el pavo extranjero
A pesar de ser originario de México y Estados Unidos, el consumo de pavo en nuestro país es uno de los más bajos, con un consumo per cápita de tan solo 1,25 kilogramos al año. Solo el 6% de los ejemplares que llegan a nuestras mesas son criados en México, mientras que el resto proviene principalmente de Estados Unidos, Brasil, Chile y Canadá.
Factores que dificultan el consumo
Según la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), uno de los factores que pueden haber dificultado el consumo de pavo en México es su gran tamaño, de 8 a 10 kilogramos. Aunque actualmente se encuentran ejemplares más pequeños, de 5 a 6 kilogramos, el precio también juega un papel importante. Mientras que el kilo de pavo entero cuesta alrededor de 150 pesos, el kilo de pechuga está en aproximadamente 110 pesos.
Además, en los últimos años ha habido escasez de animales para la crianza debido a la gripe aviar en Estados Unidos.
Producción nacional
El estado de Yucatán es el principal productor de pavo en México, seguido de Puebla, Estado de México, Veracruz y Tabasco. El guajolote, una variedad criolla o nativa, tarda de 5 a 6 meses en engordar y se cría principalmente para el consumo a pequeña escala.
Beneficios nutricionales
El pavo es una carne magra y de fácil digestión, lo que la convierte en una recomendación frecuente de los nutriólogos. Su bajo contenido en grasa, alto aporte proteico y reducido nivel calórico la hacen ideal para una dieta equilibrada y saludable.
Conclusión
A pesar de sus beneficios nutricionales, el consumo de pavo en México sigue siendo bajo. Los factores como el gran tamaño, el precio y la escasez de animales para la crianza contribuyen a esta baja demanda.