La palabra: una herramienta que construye, impulsa o destruye

Para muchas personas, hablar es algo común, sin mayor importancia. Sin embargo, para profesores, psicólogos y comunicadores, la palabra es una herramienta valiosa, con fuerza y un poder impresionante.

Las palabras pueden ayudar en la formación de una persona, impulsarla, destruirla, generar un conflicto o concluirlo, como ha ocurrido en diversos momentos alrededor del mundo.

El poder de la palabra escrita

En la actualidad, es importante reforzar el lenguaje escrito, ya que los niños pueden contar oralmente sus experiencias, pero cuando se les pide que las escriban, tienen dificultades.

Antes, los programas educativos contemplaban la elaboración de textos y diversos trabajos escritos, lo que fomentaba el desarrollo de habilidades de escritura.

El cuidado de la palabra

Es importante cuidar lo que se dice a través de la palabra, ya que puede construir, destruir y dañar las emociones del receptor.

Toda palabra tiene una fuerte carga emotiva y proyecta compromiso. En el pasado, dar la palabra era como firmar un documento o hacer un pacto de sangre.

Las nuevas generaciones deben aprender a darle peso a la palabra, ya que es aprobación o rechazo, decisión y responsabilidad.

La palabra en la educación

Los docentes deben retomar el uso de la palabra en las aulas para lograr acuerdos y evitar conflictos.

Antes de esto, es necesario enseñar a los alumnos a controlar sus emociones, ya que de lo contrario, pueden decir palabras sin pensar que podrían dañar emocionalmente a sus compañeros.

La palabra sin control es un arma de doble filo, por lo que es importante cuidar las palabras y ser siempre propositivo para lograr el entendimiento.

"Por medio del diálogo se han evitado grandes problemas."

- Lorena Esmeralda Hernández Barrera, maestra de primaria