El Popocatépetl permanece estable tras una noche relativamente tranquila
El Volcán Popocatépetl, uno de los volcanes más activos de México, se encuentra en calma este jueves 1 de agosto, según lo reporta el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred). La actividad del coloso se mantiene dentro de los parámetros del semáforo de alerta Amarillo Fase 2, luego de registrar una intensa actividad en los últimos meses.
Actividad reciente del Popocatépetl
Desde septiembre de 2022, el Popocatépetl ha presentado una actividad constante, lo que llevó al Cenapred a establecer un perímetro de seguridad de 12 kilómetros alrededor del cráter. En ese periodo, el volcán ha requerido que el semáforo de alerta se eleve a Amarillo Fase 3 en tres ocasiones.
Sin embargo, en las últimas 24 horas, el volcán ha mostrado una disminución en su actividad. El Cenapred registró 44 exhalaciones acompañadas de vapor de agua, gases volcánicos y ligeras cantidades de ceniza.
Perspectiva de emisiones y dispersión de ceniza
De acuerdo con el modelo HYSPLIT, en caso de que el volcán emita ceniza, esta podría afectar al municipio de Atlixco en Puebla. También podría extenderse hacia el norte y noroeste, dependiendo de la dirección del viento.
Recomendaciones a la población
Las autoridades recomiendan a la población mantenerse informada sobre la actividad del volcán y seguir las instrucciones de las autoridades de Protección Civil. También se aconseja evitar acercarse al cráter y utilizar cubrebocas en caso de presencia de ceniza.
El volcán Popocatépetl, un coloso bajo observación constante
El Popocatépetl es uno de los volcanes más monitoreados del mundo. El Cenapred realiza un seguimiento continuo de su actividad a través de diversas técnicas, como la sismología, la geofísica y la teledetección.
La información recopilada permite a los científicos comprender el comportamiento del volcán y emitir alertas oportunas en caso de un aumento en la actividad.
Implicaciones para las comunidades cercanas
La actividad del Popocatépetl tiene implicaciones significativas para las comunidades cercanas. Las emisiones de ceniza pueden afectar la salud respiratoria, la agricultura y la infraestructura. Además, los flujos piroclásticos y las explosiones volcánicas pueden representar un peligro para la vida.
Por lo tanto, es crucial que las autoridades y la población estén preparadas para responder a cualquier cambio en la actividad del volcán.