El PP intenta convertir la Conferencia de Presidentes en una batalla contra el "cupo catalán"
El Gobierno quiere hacerla sobre vivienda para buscar salidas. La agenda tiene que ser acordada.
Las buenas palabras y la normalidad absoluta dominaron la primera jornada de la ronda de consultas de Pedro Sánchez con todos los presidentes autonómicos, en un tono que contrasta absolutamente con el habitual de los dirigentes nacionales del PP, pero en el fondo tanto el gallego Alfonso Rueda como el andaluz Juanma Moreno dejaron caer una mina de fondo en sus reuniones con el presidente, en lo que parece una estrategia concertada del PP.
La financiación, el punto de fricción
Mientras el lehendakari, Imanol Pradales, dejaba claro que él no tiene ningún problema con ese acuerdo —“yo respeto lo que Cataluña acuerde con el Estado y no me voy a meter en casa ajena, porque no me gusta que nadie se meta en la casa de los vascos y las vascas”, ha aclarado en La Moncloa—, Rueda y Moreno han sido especialmente duros contra ella, le han exigido a Sánchez que retire ese pacto y sobre todo han apuntado que todos los dirigentes del PP pedirán que este asunto se trate en la próxima Conferencia de Presidentes que se está fraguando para octubre.
Sánchez ya anunció que quería que esa cita, que se hará en Cantabria, se centrara en la vivienda, que cree que es en este momento el asunto prioritario para los españoles. La Moncloa quiere sacar ese asunto de la agenda de la cita para evitar que se convierta en una batalla política en la que el PP tiene muchas más voces que el PSOE, puesto que domina la mayoría de las autonomías.
Sin embargo, según el reglamento, el orden del día debe ser acordado por todos, así que se avecina una tormenta política ya en la preparación de la cita.
Los dos presidentes del PP, aun en tono suave y reconociendo en todo momento a Sánchez como presidente legítimo y con escrupuloso respeto institucional —los dos lo llamaron “mi presidente” y parecieron responder en algunas intervenciones a la presidenta de Madrid, que llegó a recomendar a sus compañeros que no acudieran a La Moncloa, con la idea de que siempre que el presidente del Gobierno cita en la sede de la Presidencia del Gobierno hay que acudir para defender los intereses de tus ciudadanos— colocaron el asunto de la financiación como prioritario para mostrar su rechazo.
El ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, que fue quien compareció por parte del Gobierno, dejó muy claro que el Ejecutivo no cree que la Conferencia de Presidentes sea el lugar adecuado para una discusión tan compleja y tan tensa como la de la financiación autonómica, sobre la que no ha sido posible encontrar un acuerdo desde 2014, cuando caducó el actual modelo y Mariano Rajoy, pese a tener mayoría absoluta, no fue capaz de reformarlo por las divisiones que generaba.
Torres explicó que este organismo está pensando para buscar consensos, para tratar otro tipo de asuntos, y que el lugar adecuado para negociar el nuevo modelo de financiación autonómica es el Consejo de Política Fiscal y Financiera, donde están todas las autonomías, incluida Cataluña.
Aunque ERC y el PSC han pactado una “financiación singular” que implica, según los republicanos, que Cataluña saldría del régimen común de financiación —solo el País Vasco y Navarra están fuera ahora—, Torres planteó que todo esto, incluida la financiación singular catalana, se discutirá de “forma multilateral” en el Consejo de Política Fiscal y Financiera y de ahí debería salir la propuesta de reforma de la financiación para llevarla después al Congreso.
Pero el PP no se conforma con ese órgano y quiere llevar la polémica a la conferencia de presidentes. Así, la comisión preparatoria para esta Conferencia de Presidentes, que se convocará antes de que termine septiembre, según anunció Torres, tendrá como principal punto de fricción establecer un orden del día que Sánchez tenía a priori fijado.
El presidente quería que dicho foro verse exclusivamente sobre vivienda, un problema acuciante para la ciudadanía y para el Gobierno, pero los barones del PP llevan meses reclamando su convocatoria y ahora, que se espera “inminente”, según les ha trasladado Sánchez en sendas reuniones, quieren utilizarla para dar la batalla contra el “cupo catalán” e iniciar los pasos para abordar la reforma del sistema de financiación autonómica, caducado desde 2014.
A los dirigentes del PP les une la causa común contra la prometida Agencia Tributaria Catalana, pero no así la actualización del modelo, con distintas reclamaciones por las especificidades de los territorios, como reconoció Rueda tras su cita con Sánchez.
El problema para el Gobierno es que el reglamento de la Conferencia de Presidentes establece en su artículo 5.1 que el orden del día “será fijado por el Comité preparatorio con la conformidad de su Presidente” —en este caso el ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres— “y de diez comunidades autónomas o ciudades con Estatuto de Autonomía” —número con el que cuenta el PP—.
“Cumpliremos escrupulosamente el reglamento. Aquí no se veta iniciativa alguna. Se incluirá aquello que es susceptible de incluir en el orden del día, sin ninguna duda”, ha respondido el ministro Torres en una comparecencia posterior.