La moderación del PP en Euskadi: ¿Un paso hacia la irrelevancia?

La campaña del PP en Euskadi, liderada por Javier de Andrés, ha resultado en un crecimiento moderado, pero que no ha logrado alcanzar los objetivos políticos del partido. El PP ha obtenido un escaño adicional en el Parlamento vasco, alcanzando un total de siete, pero este incremento no ha supuesto un cambio sustancial en su posición en la política vasca.

El principal objetivo del PP era convertirse en decisivo en la formación de gobierno, impidiendo que el PNV y el PSE obtuvieran la mayoría absoluta. Sin embargo, este objetivo no se ha cumplido, ya que el PNV y el PSE han reeditado su pacto con holgura, dejando al PP aislado y sin capacidad de influencia.

Tampoco ha logrado el PP desgastar al PSE, que ha obtenido dos escaños más que en las anteriores elecciones. Esto demuestra que la ofensiva del PP contra la amnistía o el caso Koldo no ha tenido el efecto esperado, y que los socialistas siguen contando con el apoyo de un sector importante de la población vasca.

Por último, el PP no ha conseguido taponar a Vox, que ha mantenido su escaño en Álava. Este resultado indica que la reunificación de la derecha avanza lentamente y que Vox sigue siendo un actor relevante en la política vasca.

Las causas del fracaso del PP

Según la dirección del PP, el miedo a que Bildu ganara las elecciones ha penalizado al partido. El candidato popular, Javier de Andrés, evitó agitar el fantasma de Bildu y ETA para no provocar un trasvase de votos hacia el PNV. Sin embargo, algunos sectores del partido consideran que esta estrategia ha sido demasiado blanda y que ha llevado a una desmovilización de los votantes del PP.

Además, el PP ha sufrido una crisis interna en los últimos años, que ha debilitado su estructura y su capacidad de organización. La dimisión del anterior líder del PP vasco, Alfonso Alonso, y la llegada de Javier de Andrés han generado tensiones internas que aún no se han superado.

El futuro del PP en Euskadi

El resultado de las elecciones autonómicas vascas supone un reto para el PP. El partido necesita reconstruir su estructura y recuperar la confianza de los votantes si quiere volver a ser relevante en la política vasca. El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha respaldado a Javier de Andrés para iniciar este proceso, pero no será fácil.

El PP vasco deberá encontrar una fórmula para atraer a los votantes moderados sin perder su base ideológica. También tendrá que encontrar una manera de lidiar con la presencia de Vox en el panorama político vasco. Si el PP no es capaz de superar estos retos, seguirá siendo un actor marginal en la política vasca.