El chocolate con menta: una historia refrescante
El chocolate con menta es una combinación clásica que ha conquistado paladares en todo el mundo. Su historia comienza en 1961, cuando el estadounidense Brian Sollitt, trabajando para la empresa británica Rowntree, creó un postre que cerrara la cena de una manera perfecta.
El origen de un sabor único
Sollitt buscaba un sabor que no saturara el paladar pero que al mismo tiempo satisficiera el antojo de algo dulce. Así, surgió la idea de combinar el sabor amargo del chocolate con la frescura de la menta. Tras varios intentos, Sollitt presentó tabletas de chocolate amargo rellenas de crema de menta, que rápidamente se convirtieron en un éxito.
Esta creación fue lanzada al mercado bajo el nombre de ‘After Eight’, y hoy en día se encuentra en más de 50 países. Aunque el chocolate con menta no ha logrado conquistar a todos, su aceptación ha ido en aumento.
El equilibrio perfecto
El equilibrio entre la suavidad del chocolate y la frescura de la menta es lo que hace de esta combinación una experiencia única. Este sabor ha abierto la puerta a una variedad de opciones en chocolaterías de todo el mundo, desde chocolate amargo hasta chocolate blanco.
Un clásico consolidado
El chocolate con menta es un sabor que ha evolucionado y se ha consolidado como un clásico en la gastronomía dulce. A pesar de que su combinación puede no ser del gusto de todos, su frescura, versatilidad y los beneficios que ofrece lo han convertido en una opción que vale la pena probar. Así que la próxima vez que te encuentres con un postre o bebida de chocolate con menta, tal vez te atrevas a darle una oportunidad a esta experiencia de sabor única.