El secuestro del bebé en Escobedo, Nuevo León, ha conmocionado a la sociedad mexicana y ha puesto sobre la mesa la importancia de la salud mental, tanto de las víctimas como de los victimarios. Una terapeuta especializada en terapia cognitivo-conductual, Tayde Ruiz Coronel, ha analizado las posibles razones que llevaron a las involucradas a cometer este delito.

Posibles traumas en el bebé

A pesar de su corta edad, de tan solo tres meses, la teoría psicológica sugiere que los eventos traumáticos quedan grabados en la memoria del bebé, incluso desde el vientre materno. El bebé podría experimentar dificultades para dormir, sobresaltos e, incluso, ansiedad a largo plazo.

El deseo obsesivo de tener un hijo

Según la terapeuta, el deseo de tener un hijo puede convertirse en una obsesión. En el caso de las involucradas en el secuestro, esta obsesión pudo haber sido motivada por una intensa presión, posiblemente de una pareja o por violencia doméstica.

El engaño a la madre del bebé

Para engañar a la madre del bebé, las involucradas se valieron de la necesidad económica de la víctima y de la confianza que habían establecido con ella durante el embarazo. La inocencia y la confianza de la madre fueron fundamentales para que las secuestradoras pudieran llevar a cabo su plan.

El impacto en los padres

Para los padres del bebé, el impacto de esta experiencia será profundo. Es probable que desarrollen un estado de hipervigilancia constante, paranoia y estrés. Podrían temer que alguien les arrebate a sus hijos de los brazos.

Recomendaciones para la familia

La terapeuta recomienda que la familia del bebé reciba apoyo psicológico para que puedan ser mejores padres y no transmitir su angustia y miedo a sus hijos. La terapia también les permitirá procesar este trauma y superar las secuelas emocionales.