El Telescopio Webb observa el crecimiento de una galaxia del universo primitivo

El telescopio espacial James Webb (JWST) de la NASA y la ESA ha captado imágenes de una galaxia que se formó tan solo 700 millones de años después del Big Bang, ofreciendo información valiosa sobre el crecimiento de las galaxias en el universo primitivo.

Una galaxia sorprendentemente madura

A pesar de ser cien veces más pequeña que la Vía Láctea, esta galaxia muestra una madurez sorprendente para su temprana edad en el universo. Presenta un núcleo denso de estrellas en el centro, similar al de las galaxias elípticas masivas actuales.

El disco que rodea el núcleo experimenta una intensa formación estelar, lo que sugiere que la galaxia se está expandiendo y creciendo en tamaño. Este tipo de crecimiento se había predicho en modelos teóricos, pero nunca se había observado.

Crecimiento galáctico: dos mecanismos principales

Las galaxias crecen principalmente mediante dos mecanismos: absorbiendo gas para formar nuevas estrellas o fusionándose con galaxias más pequeñas. Los astrónomos esperan que el Webb ayude a determinar si estos mecanismos funcionaban de manera diferente en el universo primitivo.

Según Sandro Tacchella, del Laboratorio Cavendish de Cambridge, "Cuando un patinador artístico estira los brazos, toma impulso y gira cada vez más rápido. Las galaxias son algo parecido, con gas que se acumula desde distancias cada vez mayores, haciendo girar la galaxia hacia arriba. Por eso, a menudo forman espirales o discos."

Datos reveladores del Webb

Los investigadores utilizaron las imágenes del Webb para extraer información sobre la luz emitida por la galaxia en diferentes longitudes de onda, lo que les permitió estimar su masa estelar y tasa de formación estelar. Descubrieron que el núcleo contiene estrellas más antiguas, mientras que el disco circundante experimenta una formación estelar activa.

La galaxia duplica su masa estelar en las afueras aproximadamente cada 10 millones de años, un ritmo mucho más rápido que la Vía Láctea, que solo duplica su masa cada 10.000 millones de años. Esta alta tasa de formación estelar y la densidad del núcleo galáctico sugieren que la galaxia es rica en gas, un factor que podría reflejar condiciones diferentes en el universo primitivo.

El estudio de esta galaxia y otras similares ayudará a los astrónomos a comprender cómo las galaxias se transformaron de nubes de gas en las complejas estructuras que observamos hoy en día.