En el Estado de México, la problemática de los embarazos en menores de 19 años continúa siendo un tema de atención prioritaria, impactando no solo en aspectos de salud, sino también en oportunidades educativas, de desarrollo y seguridad.

Cifras alarmantes

Según datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) correspondientes al año 2023, en el Estado de México se registraron 28 mil 554 nacimientos de madres adolescentes, lo que equivale a un promedio de 78 nacimientos diarios.

De estos nacimientos, 532 correspondieron a menores de 15 años y 28 mil 022 a jóvenes entre 15 y 19 años. Estas cifras posicionan al Estado de México como la entidad con el mayor registro de nacimientos de madres menores de 19 años a nivel nacional.

Impacto en la salud y el desarrollo

Los embarazos en adolescentes tienen consecuencias negativas en la salud de las jóvenes madres y sus bebés. Las adolescentes embarazadas presentan un mayor riesgo de complicaciones durante el embarazo y el parto, como preeclampsia, parto prematuro y bajo peso al nacer.

Además, los embarazos a temprana edad suelen interrumpir la educación de las jóvenes, limitando sus oportunidades de desarrollo personal y laboral. También pueden afectar su acceso a servicios de salud y a programas de apoyo social.

Acciones y políticas

Ante esta problemática, el Plan de Desarrollo del Estado de México 2023-2029 incluye el embarazo adolescente como uno de los temas prioritarios de atención. Se articulan acciones entre distintas dependencias estatales, como las secretarías de Salud, Educación y Mujeres, para brindar servicios integrales a las jóvenes embarazadas y madres adolescentes.

Las políticas implementadas se centran en garantizar el acceso a servicios de salud sexual y reproductiva, anticonceptivos y atención prenatal y postnatal. También buscan empoderar a las jóvenes para que tomen decisiones informadas sobre su salud reproductiva.

Llamado a la acción

El combate al embarazo adolescente requiere del compromiso de toda la sociedad. Es fundamental promover la educación integral en sexualidad, que permita a los jóvenes tomar decisiones responsables sobre su vida sexual y reproductiva.

También es necesario trabajar en la eliminación de prácticas culturales y sociales que normalizan el embarazo a temprana edad. La prevención y el apoyo a las jóvenes embarazadas y madres adolescentes son esenciales para garantizar su bienestar y un futuro mejor.