Los expertos del Centro de Investigación Prion en la Universidad Estatal de Colorado, liderados por Mark Zabel, han alertado sobre la posibilidad de transmisión del virus del ciervo zombie a los humanos, enfatizando la importancia de la preparación ante este riesgo potencial. También se menciona la advertencia de Cory Anderson, investigador de CWD, sobre la probabilidad de un caos similar al brote de las vacas locas que también afectó a humanos.
La caquexia crónica, conocida como enfermedad del ciervo zombie, ha sido objeto de estudio por el Centro de Investigación Prion en la Universidad Estatal de Colorado, que ha observado la presencia y expansión de esta enfermedad en manadas de ciervos en varios estados de EE. UU.
El Parque Nacional de Yellowstone ha sido el punto inicial donde se detectaron los primeros casos de esta enfermedad, generando preocupación sobre su potencial amenaza para los humanos.
A pesar de que no hay evidencia concluyente sobre la transmisión directa a los humanos, los expertos advierten sobre posibles riesgos y síntomas que podrían indicar una exposición al virus del ciervo zombie.
Según las investigaciones lideradas por el Centro de Investigación Prion en la Universidad Estatal de Colorado, se cree que el virus del ciervo zombie podría evolucionar, lo que aumentaría la probabilidad de que un prión se adapte para infectar a los seres humanos. Aunque no existen casos confirmados, esta posibilidad ha generado alarma en la comunidad científica debido a la falta de una solución efectiva para erradicar la enfermedad tanto en animales como en el medio ambiente.
Los científicos alertan sobre una serie de síntomas observados en animales infectados que podrían indicar una posible infección en humanos. Estos síntomas incluyen, pero no se limitan a:
Los científicos hacen hincapié en la necesidad de precaución y cuidado al interactuar con animales afectados o su entorno. Aconsejan evitar el consumo de carne de animales enfermos, manipular fluidos corporales o tejidos contaminados, y realizar una higiene rigurosa, especialmente para aquellos que están en contacto directo con estos animales.
Las autoridades sanitarias estadounidenses sugieren no consumir la carne de ciervos enfermos y llevar a cabo pruebas para detectar la enfermedad. Además, los científicos recomiendan una higiene exhaustiva para quienes interactúan con estos animales.
Si bien aún no hay certeza sobre su transmisión a humanos, los expertos del Centro de Investigación Prion y otras entidades científicas piden precaución y preparación gubernamental ante esta posible amenaza zoonótica.