El enfrentamiento entre el PSOE de Castilla y León y el área de organización del partido dirigida por Santos Cerdán por la suspensión del calendario de primarias ha abierto un nuevo frente que ha generado reacciones encontradas entre los socialistas.

Sanchistas contra Ferraz

El calendario aprobado por el máximo órgano de la federación de Castilla y León establecía que la presentación de precandidaturas se realizase del 8 al 15 de octubre. La recogida y presentación de avales sería del 16 al 26 de octubre y la proclamación de candidatos del 27 al 28 de este mes. La militancia habría votado en primarias al secretario general el 9 de noviembre si hubiera habido al menos dos candidaturas. Esta celeridad dificultaba la presentación de una candidatura alternativa al barón socialista Luis Tudanca, según sus críticos.

La dirección federal alegó que no se podían celebrar primarias hasta después del Congreso federal, previsto para finales de noviembre, aunque la comisión de ética y garantías admitió que la cuestión era interpretable y había que aclararla.

Tudanca, acatamiento a regañadientes

El secretario general del PSOE de Castilla y León, Luis Tudanca, declaró que acataba la decisión de Ferraz, aunque no la compartía. Defendió que la convocatoria había sido "escrupulosamente estatutaria" y recordó que "fue idéntica a la del último proceso congresual" de 2021.

"Esta resolución haría nulos todos los congresos autonómicos celebrados en 2021", remachó Tudanca.

Reacciones de apoyo a Tudanca

La decisión de Ferraz ha generado muestras de apoyo a Tudanca por parte de algunos destacados dirigentes socialistas, como la diputada Andrea Fernández o el expresidente del Senado, Ander Gil.

Fernández afirmó que es "inadmisible" que la interpretación de una norma varíe según convenga, especialmente cuando se usa para "imponer relato". Gil, por su parte, expresó su apoyo a Tudanca y su compromiso de estar a su lado en cualquier decisión que tome.

La crisis interna del PSOE de Castilla y León pone de manifiesto las tensiones existentes entre el sanchismo y el aparato del partido, y dificulta la imagen de unidad y cierre de filas que la dirección federal pretende exhibir en el Congreso Federal.