La dirección de Esquerra Republicana en Barcelona y el grupo municipal del partido se apresuran por entrar al gobierno de Collboni (PSC)

La dirección de la Federación de Barcelona de Esquerra Republicana (ERC) y el grupo municipal del partido en el Ayuntamiento de Barcelona están ansiosos por entrar al gobierno del alcalde Jaume Collboni (PSC). Esta maniobra podría provocar tensiones con la Ejecutiva Nacional. Los órganos dirigidos por Eva Baró (que también es concejal) y Elisenda Alamany tienen la intención de convocar una votación para que la militancia de Barcelona decida su entrada en el gobierno municipal. Según varias fuentes del partido, la votación podría tener lugar el próximo jueves o una semana después en un congreso extraordinario. Estas fuentes anticipan una reunión nacional tensa este lunes.

Un pacto en un momento de cambio

Esta situación se produce después de que Pere Aragonès (poco partidario del pacto) perdiera la presidencia de la Generalitat el 12-M, se celebraran las elecciones europeas y Oriol Junqueras (que había respaldado el pacto en Barcelona, según las mismas fuentes) abandonara la presidencia del partido. El pacto para entrar en el ejecutivo de Collboni en el Ayuntamiento se cerró en marzo, pero las elecciones anticipadas al Parlament lo paralizaron. Ahora, aunque aún no se sabe qué papel desempeñará ERC en el futuro político de Cataluña, una parte del partido quiere "ratificarlo" y "materializarlo" sin esperar a ver qué ocurre en el Parlament.

Según el acuerdo entre republicanos y socialistas en el Ayuntamiento, los nuevos socios obtendrían dos tenencias de alcaldía (una parte de la cartera económica y derechos sociales, con responsabilidades sobre el uso del catalán) y tres de los diez distritos. Collboni gobierna con solo 10 de los 41 concejales y los republicanos tienen solo cinco, después de reducirse a la mitad en las elecciones de mayo de 2023.

Reacciones encontradas

Oficialmente, el grupo municipal no confirma la intención de consultar a la militancia esta misma semana. Recuerdan que siempre se ha respondido que "cuando finalice el ciclo electoral se retornará al escenario de conversaciones y de explorar la gobernabilidad y, si se llegaran a acuerdos, se votarían". "Lo que está claro es que Barcelona y su militancia deben poder debatir, valorar y acabar decidiendo el papel de ERC en Barcelona, pero nunca se ha hablado de fechas. La federación de Barcelona será quien discuta la mejor manera de hacerlo, si es preciso", añaden.

Esquerra se enfrenta a una semana complicada a nivel interno

Esquerra se enfrenta a una semana complicada a nivel interno. El presidente de la formación, Oriol Junqueras, anunció tras la debacle de las elecciones catalanas que dejaría momentáneamente la dirección del partido tras el 9-J para ser un militante de base más hasta el congreso de ERC, en noviembre. Tiene previsto recorrer el territorio para recabar y contrastar el apoyo de los diversos casales territoriales y así intentar revalidar su liderazgo.

Fuentes cercanas a Junqueras explican que el exvicepresidente se despedirá este lunes en la reunión permanente del partido. El martes, además, irá a despedirse de los trabajadores de ERC. Junqueras comenzará su gira por el territorio sin los recursos del partido a los que tenía acceso en función de su cargo, como el conductor y los asesores. Los escoltas de los Mossos que tiene actualmente están asignados no por su condición de presidente de ERC, sino por el riesgo al que está expuesto como político. Tras el 12-M, Junqueras expresó su deseo de continuar en la presidencia de Esquerra, frente a un presidente en funciones, Pere Aragonès, que dejó la primera línea de la política para asumir su responsabilidad en la debacle.

El jefe del Govern en funciones, y posteriormente la secretaria general, Marta Rovira, se han mostrado a favor de un cambio de caras en el partido tras un ciclo electoral muy malo para los republicanos. Sin embargo, el triunfo de este domingo, aunque muy modesto, permite al ahora expresidente de ERC exhibir buenos resultados en su gira por el territorio. El fichaje de Tomàs Molina, por ejemplo, fue una decisión personal suya y se ha echado la campaña para las europeas a sus espaldas.