Errores de juicio y toma de decisiones equivocadas pueden llevar al fracaso en proyectos
El canadiense Dan Gardner, quien incursionó en el ámbito literario escribiendo obras de alto impacto que involucran la psicología y la toma de decisiones, publicó un texto titulado 'Cómo hacer grandes cosas: los sorprendentes factores que marcan el destino de cualquier proyecto'. En este libro, Gardner y Flyvbjer exploran los errores de juicio y las equivocaciones en la toma de decisiones que conducen al naufragio de diversos proyectos, independientemente de su envergadura.
Las decisiones erradas son la raíz del problema
Gardner sostiene que los problemas que ocasionan el fracaso en los proyectos no son técnicos, sino de carácter humano. El quid de la cuestión radica en la toma de decisiones. Si bien no duda de la gravedad de este problema, afirma que la raíz del asunto no yace ahí. ¿Por qué? Porque incluso en los países menos corruptos del mundo se observan proyectos que han tenido resultados desastrosos.
Por ello, Gardner propone desarrollar esquemas para contrarrestar lo que parece obvio, comenzando con preguntas simples como: ¿por qué realmente estamos llevando a cabo este proyecto? ¿Cuál es su beneficio? Estas interrogantes pueden parecer elementales, pero se han documentado numerosos casos en los que nunca se entablaron dichas conversaciones.
El optimismo y la minimización de riesgos como obstáculos
Los seres humanos somos optimistas por naturaleza y tendemos a minimizar los riesgos. Este sesgo a veces nos ciega e impide que veamos lo evidente. Gardner afirma que su coautor posee la base de datos más grande del mundo y puede asegurar que tanto los sectores público como privado cometen errores en la planificación de proyectos.
Es fundamental aprender de los errores propios y ajenos para entender los casos que llevaron al fracaso de iniciativas similares. Gardner recomienda desarrollar planes confiables que hayan sido sometidos a prueba mediante simulaciones e iteraciones.
La tecnología no es el reto, son los humanos
La inteligencia artificial es una herramienta poderosa que brinda más instrumentos que antes. Sin embargo, Gardner insiste en que el desafío no reside en las máquinas o la tecnología, sino en los humanos.
El experto canadiense reconoce que hace un siglo se realizaron obras muy importantes en su país, en las que no se tuvo en cuenta el impacto ambiental. Si bien actualmente nos preocupamos por el medio ambiente, Gardner aclara que un esquema regulatorio más exigente como el actual no está relacionado con los proyectos fallidos. De hecho, algunos de los fracasos más estrepitosos de la historia en este campo ocurrieron hace un siglo o siglo y medio, antes de que la legislación estableciera límites.
Conclusión
Gardner enfatiza que hacer las cosas bien desde el principio es más económico que caer en trampas al inicio. Comprende las posibles reacciones cínicas ante esto, pero afirma que hay muchas pruebas de que las grandes obras se pueden ejecutar adecuadamente y que han sido cruciales para el desarrollo de los países. Si pensáramos lo contrario, seguiríamos viviendo en cavernas.