'Foxtrot Echo Eslovaquia': la misión del Ejército español en la frontera prorrusa de la OTAN

España asume su mayor compromiso militar con la Alianza Atlántica con el mando de una brigada multinacional y un cuerpo de ejército de hasta 60.000 militares en el flanco este

La deriva prorrusa de Fico no frena los planes de la OTAN

Lo primero que hizo el primer ministro eslovaco, Rober Fico, tras regresar al poder hace un año fue anunciar que su país suspendía la ayuda militar a Ucrania, de la que su antecesor había sido uno de los principales donantes. Fico, que sobrevivió en mayo a un atentado que atribuyó a sus opiniones disonantes de la línea mayoritaria en la Unión Europea sobre la invasión rusa del país vecino, advirtió el pasado día 7 de que, mientras él gobierne, Kiev no entrará en la OTAN y culpó a Occidente de alimentar una guerra en la que “los eslavos se están matando entre sí”. Era un mensaje directo a los sentimientos de sus compatriotas, al recordarles que comparten identidad étnica con rusos y ucranios, pero no con otros occidentales.

La deriva proPutin de Fico no ha frenado los planes aprobados en la cumbre de la OTAN de marzo de 2022 en Bruselas para desplegar cuatro nuevos grupos de combate en Hungría, Rumania, Bulgaria y Eslovaquia.

España, al mando de una brigada multinacional

El pasado 15 de julio, el coronel de la Brigada Paracaidista Francisco Calvo tomó el mando de la MN BDE TF SVK (siglas en inglés de Brigada Multinacional Grupo de Combate Eslovaquia), relevando a su homólogo checo. Militares españoles forman parte del grupo de combate de la OTAN en Letonia desde 2017, pero siempre en un papel subordinado, ya que el mando lo ostenta Canadá.

Es la primera vez que España figura como “nación marco”; bajo cuya dirección se encuadran militares de República Checa, Eslovenia, Eslovaquia y Portugal, a los que en enero se sumará Rumania; lo que supone, para el coronel Calvo, “un reto y una oportunidad”.

La operación Foxtrot Echo [Flanco Este] Eslovaquia es ya, con 800 militares y más de 200 vehículos, la más numerosa de las desplegadas por España en el extranjero (incluida la de Líbano, con 670). Sin embargo, la principal novedad tras la cumbre aliada de Madrid en 2022 es que los batallones multinacionales desplegados por la OTAN para disuadir a Rusia están diseñados para escalar y convertirse rápidamente en brigadas.

En caso de crisis, el grupo de combate en Eslovaquia deberá aumentar desde los actuales 1.100 a 2.800 efectivos, de los que 2.100 serán españoles. Por eso, su máximo responsable no es el coronel Calvo, sino el general jefe de la Brigada Paracaidista, Luis Fernández Herrero, aunque este no se encuentre en Eslovaquia, sino que dirija la operación desde Paracuellos del Jarama (Madrid).

El plazo para que la brigada esté al completo sobre el terreno desde que reciba la orden es de solo diez días, por lo que las unidades restantes (un batallón español, otro checo y elementos de caballería, artillería, ingenieros y logística) están en sus bases “on call”; es decir, alertados para acudir en cuanto se les llame.

La unidad se prepara para la prueba de fuego

Aunque 10 días es un plazo muy corto –el transporte combinado marítimo-terrestre a la zona lleva más de una semana—, el teniente coronel Aso de Guzmán, responsable de la unidad logística, lo considera asumible si se preposiciona antes en Eslovaquia el material pesado –desde la munición a los contenedores para alojamiento— y, llegado el momento, solo queda pendiente el traslado del personal y los equipos más delicados. Los repuestos de piezas que no comprometan la seguridad de los vehículos se los fabrican ellos mismos mediante un avanzado equipo de impresoras 3D.

En noviembre, el batallón recibirá la certificación de la OTAN y se declarará plenamente operativo. Pero la prueba de fuego llegará en junio, cuando la brigada casi al completo realice un ejercicio en Eslovaquia y se compruebe si las distintas piezas del puzle encajan y este conglomerado heterogéneo de uniformes y banderas funciona como una fuerza interoperable y cohesionada. Para entonces, la Brilat (Brigada Ligera Aerotransportable), con base en Pontevedra y Asturias, que ya estuvo en Eslovaquia entre enero y julio, habrá relevado a los paracaidistas y tomará el mando de la brigada durante todo 2025.

España también dirige un cuartel general de cuerpo de ejército

El elemento avanzado del cuartel general está cerca de Bratislava, donde el populismo de Fico cosecha sus peores resultados, mientras que la brigada multinacional se ha desplegado en Lešť, una zona agrícola a menos de 40 kilómetros de la frontera de Hungría, donde gobierna Víktor Orbán, principal aliado de Putin en la UE, por quien el primer ministro eslovaco no oculta su admiración.

Estas afinidades políticas, según los militares españoles, no afectan a la colaboración con sus anfitriones eslovacos que, tras la donación a Ucrania del armamento soviético que hizo el anterior gobierno (desde misiles antiaéreos S-300, a cazas Mig-29), están inmersos en un acelerado proceso de modernización con la compra de cazas F-16 y helicópteros Black Hawk estadounidenses. o Leopard 2A4 alemanes.

Nunca antes España había asumido un compromiso militar de esta envergadura, reconocen fuentes del Ministerio de Defensa, y lo ha hecho en un escenario en el que la guerra ha dejado de ser una hipótesis remota para convertirse en la realidad que sufre desde hace 32 meses un país vecino de Eslovaquia, la frontera de la OTAN que el Ejército español ha acudido a defender.