La Crispación Política, un Cáncer en la Sociedad Española

La política española se encuentra sumida en un clima de crispación y enfrentamiento que parece no tener fin. Los discursos tremendistas, las descalificaciones personales y el uso de la confrontación como estrategia electoral han creado una atmósfera irrespirable en el Congreso de los Diputados y en la sociedad en su conjunto.

El Discurso Tremendo como Estrategia Política

Federico Jiménez Losantos es un claro ejemplo de esta deriva hacia el tremendismo. Sus encendidos discursos, en los que califica a sus adversarios de "dictadores" o "separatistas", han contribuido a crispar el ambiente político y a polarizar a la sociedad.

Este tipo de discurso no es exclusivo de la derecha. También la izquierda ha recurrido a la confrontación en los últimos años, con líderes como Pablo Iglesias y el propio Pedro Sánchez utilizando un lenguaje incendiario y acusando a sus rivales de "fascistas" o "enemigos de España".

La Instrumentalización de la Justicia

La crispación política también ha tenido un impacto negativo en las instituciones del Estado, como el poder judicial. En los últimos años, hemos asistido a una creciente politización de la justicia, con jueces y fiscales utilizando los tribunales para dirimir sus diferencias políticas.

Este uso partidista de la justicia se ha visto agravado por la polarización de la sociedad, que ha llevado a muchos ciudadanos a perder la confianza en las instituciones.

El Papel de los Medios de Comunicación

Los medios de comunicación también han contribuido a la crispación política, dando voz a discursos extremistas y amplificando las descalificaciones personales. Algunas publicaciones, tanto digitales como tradicionales, han optado por una línea editorial sensacionalista y partidista, que ha contribuido a polarizar a la sociedad.

El resultado de todo ello es una sociedad cada vez más dividida y desconfiada, en la que la política se percibe como un juego sucio y en el que los ciudadanos han perdido la fe en sus instituciones.

¿Hay Solución a la Crispación?

La solución a la crispación política no es fácil. Se necesita un esfuerzo conjunto de todos los actores involucrados: políticos, medios de comunicación y ciudadanos.

Los políticos deben abandonar el lenguaje incendiario y la confrontación como estrategia electoral. Deben centrarse en debatir ideas y propuestas, y en buscar acuerdos para resolver los problemas del país.

Los medios de comunicación deben ejercer su responsabilidad informativa con rigor y objetividad, dando voz a todas las partes implicadas y evitando la polarización.

Y los ciudadanos deben exigir a sus representantes políticos y a los medios de comunicación un comportamiento responsable y ético. Deben informarse de forma plural y crítica, y no dejarse llevar por discursos sensacionalistas o extremistas.

Solo con el esfuerzo conjunto de todos podremos superar la crispación política y construir una sociedad más democrática y tolerante.