Diferencias de criterio

El principal escollo radica en las diferencias de criterio entre los dos bloques que conforman el CGPJ: los progresistas y los conservadores. Los progresistas defienden que el Parlamento debe seguir interviniendo en la elección de los vocales, mientras que los conservadores sostienen que deben ser designados directamente por los jueces.

Participación de los jueces

El Supremo considera que, independientemente del modelo elegido, "debería garantizar e intensificar la participación" de los jueces, ya que el actual "no permite entender que el Consejo sea acorde con los mejores estándares europeos".

El alto tribunal propone acotar a un máximo de 36 (y un mínimo de 24) los candidatos a vocales judiciales y que al menos ocho de ellos tengan el refrendo de las Cortes "sin margen alguno de discrecionalidad".

En caso de que sean los jueces quienes elijan a los vocales, el Supremo da tres opciones: listas abiertas, que los jueces elijan solo a 8 vocales y los otros cuatro sean elegidos por el Parlamento, o que se introduzcan "correcciones" para garantizar la proporcionalidad por sexos, categorías y la presencia de todas las asociaciones judiciales.

El Supremo se opone a una "elección mayoritaria pura" por parte de los jueces que pueda dejar sin efecto la pluralidad o proporcionalidad entre categorías y sexo, por lo que se deben introducir mecanismos "correctivos" para garantizar la pluralidad.

Posibles escenarios

Las fuentes consultadas dan por seguro que no se podrá presentar una propuesta conjunta por las posturas opuestas que mantienen los dos bloques. Las negociaciones están ahora centradas en concretar si se llevan al pleno dos informes distintos o si se consigue elaborar uno que recoja distintas propuestas.

La primera opción abocaría, en principio, a incumplir el mandato de enviar una propuesta al Gobierno y a las Cortes porque ni el bloque progresista ni el conservador cuenta con la mayoría necesaria para sacar adelante su texto.

Para elaborar su propuesta, el Consejo ha pedido opinión a las cuatro asociaciones judiciales, a los 17 tribunales superiores de justicia, a la Audiencia Nacional y al Tribunal Supremo. La mayoría, según las fuentes consultadas, se han pronunciado a favor de que los vocales jueces sean directamente elegidos por los miembros de la carrera.