¿De dónde proviene la frase 'correr el riesgo'?

En nuestro idioma español existen numerosas expresiones coloquiales que facilitan la comunicación y enriquecen el idioma. Una de ellas es "correr el riesgo", que se utiliza para describir la acción de enfrentar una situación que conlleva una posible consecuencia negativa, ya sea de forma consciente o por necesidad.

El origen de la expresión

Esta expresión tiene su origen en el verbo "correr", que no solo significa moverse rápidamente, sino también exponerse a un peligro o arriesgarse. En tiempos antiguos, "correr" se asociaba con la acción de arriesgar algo valioso o enfrentar una adversidad, especialmente en contextos de guerra.

Con el paso del tiempo, esta acepción de "correr" se amplió y adoptó en diversas situaciones cotidianas. Actualmente, se utiliza en muchos ámbitos, desde el laboral y personal, hasta en decisiones cotidianas que implican incertidumbre.

¿Qué significa "correr el riesgo"?

Cuando alguien dice que está "corriendo el riesgo" de hacer algo, se refiere a la aceptación consciente de las posibles consecuencias negativas. Esta expresión puede aplicarse a acciones simples, como probar un nuevo tipo de comida, o a decisiones graves, como tomar una decisión empresarial que implica inversiones significativas.

"Correr el riesgo" es aceptar la posibilidad de que algo salga mal al tomar una decisión o realizar una acción.

Es importante tener en cuenta que correr el riesgo no siempre es negativo. A veces, es necesario tomar riesgos para lograr nuestros objetivos o crecer como personas.

Ejemplos de uso

  • Estoy corriendo el riesgo de invertir en un nuevo negocio.
  • No quiero correr el riesgo de perder mi trabajo.
  • Es importante correr el riesgo de salir de tu zona de confort.