Fiscalía General investiga presunta protección a rancho con crematorios clandestinos en Teuchitlán, Jalisco

El anuncio desde la mañanera

Esta investigación, según el fiscal, es crucial para determinar si el delito es de competencia federal, requisito indispensable para llevar el caso ante un juez federal. La declaración de Gertz Manero pone en tela de juicio la efectividad de los mecanismos de vigilancia y control en la región, y abre la puerta a posibles responsabilidades por omisión o complicidad.

Hallazgos del colectivo Guerreros Buscadores

El hallazgo de los crematorios clandestinos fue realizado por el colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco, quienes encontraron restos humanos calcinados y triturados, cientos de zapatos y prendas de vestir en el rancho Izaguirre. Este macabro descubrimiento evidencia la brutalidad con la que operaban los criminales en la zona y la impunidad con la que actuaban.

Antecedentes del caso

En septiembre de 2024, la fiscalía de Jalisco detuvo a 10 personas en el rancho Izaguirre, rescató a dos personas secuestradas y encontró el cuerpo de una persona sin vida. Sin embargo, el 5 de marzo, el colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco ingresó al lugar y encontró más fragmentos óseos en otro espacio dentro del rancho. La Vicefiscalía en Personas Desaparecidas de la entidad encontró lotes de restos óseos fragmentados y con indicios de exposición térmica, 400 prendas, 96 casquillos y tres vehículos.

Próximos pasos en la investigación

La FGR se encuentra recopilando información para determinar si el caso es de competencia federal y para identificar a los responsables de proteger el rancho y permitir las actividades ilícitas que se llevaban a cabo en él. Se espera que en un plazo razonable se cuente con información general sobre el caso y se tomen las decisiones correspondientes.

La investigación federal representa un paso importante para esclarecer los hechos y llevar a los responsables ante la justicia. La sociedad exige respuestas claras y contundentes ante la barbarie descubierta en Teuchitlán, Jalisco. Es fundamental que se establezcan responsabilidades y se garanticen medidas para evitar que este tipo de hechos se repitan.

El caso del rancho Izaguirre pone de manifiesto la grave crisis de seguridad que vive México y la necesidad de fortalecer las instituciones y los mecanismos de control para combatir la delincuencia organizada. La colaboración entre los diferentes niveles de gobierno y la participación de la sociedad civil son fundamentales para lograr resultados positivos.