Alerta de Tsunami en Filipinas tras Terremoto de Magnitud 7.6
Un terremoto de magnitud 7.6 ha sacudido la isla de Mindanao, en el sur de Filipinas, provocando la emisión de una alerta de tsunami y la evacuación de comunidades costeras. El seísmo, ocurrido alrededor de las 22:30 hora local, fue seguido de réplicas significativas y un aviso de olas potencialmente destructivas por parte de las autoridades filipinas y agencias internacionales.
Evacuaciones y Primeras Medidas
Las poblaciones de Surigao del Sur y Davao Oriental, afectadas por la proximidad al epicentro, recibieron órdenes de evacuación inmediata hacia zonas más elevadas. El Instituto Filipino de Vulcanología y Sismología advirtió sobre la llegada de olas ‘más de un metro por encima de la marea normal’ y el potencial para un ‘tsunami devastador’.
Respuesta Internacional y Monitoreo
El Centro de Alerta de Tsunamis del Pacífico ha levantado parte de la alerta en Mindanao tras analizar las variaciones del nivel del mar, aunque mantiene la vigilancia por fluctuaciones menores que podrían ocurrir en las próximas horas. Japón activó la alerta en zonas del sureste del país ante la amenaza de olas de hasta un metro de altura por encima de la marea normal.
La Situación en Zonas Afectadas
Mientras, en Mindanao, se reporta que muchos han abandonado sus hogares y lugares de entretenimiento nocturno, en un intento por ponerse a salvo del posible impacto de las olas. A pesar de la magnitud del terremoto y la tensión por un posible tsunami, hasta el momento no se ha informado de víctimas.
Riesgos Secundarios y Seguridad
Además del riesgo inminente de tsunami, la posibilidad de licuefacción en las zonas afectadas representa una amenaza adicional, con un área extensa vulnerable ante dichos fenómenos y una gran población expuesta. Las autoridades han alertado sobre la inestabilidad que el terremoto genera en los suelos saturados, lo que puede conducir a daños significativos en estructuras y edificaciones.
El terremoto subraya la ubicación crítica de Filipinas en el Anillo de Fuego del Pacífico, donde se registran miles de sismos al año, haciendo de los protocolos de prevención y respuestas ante desastres una prioridad constante para la región.