Las intensas precipitaciones revierten la sequía en Cataluña
La primavera de 2024 ha llegado con fuerza a Cataluña, poniendo fin a la sequía extrema que ha azotado la región durante más de tres años. El lunes se vivió el día más lluvioso de los últimos dos años y medio, con acumulaciones que superaron los 100 litros por metro cuadrado en algunas zonas.
Las precipitaciones fueron generalizadas en todas las provincias, pero especialmente abundantes en las cuencas internas, que habían sufrido una grave escasez de agua durante 43 meses. Según datos en tiempo real de la Agencia Catalana del Agua (ACA), los embalses del sistema Ter-Llobregat, que abastecen al 80% de la población, incluida Barcelona, alcanzaron ayer un 21% de su capacidad, un 5% más que a principios de marzo y más de 10 hectómetros cúbicos más en un solo día.
Cauces desbordados
Las intensas lluvias provocaron desbordamientos en varios ríos. El Llobregat, a su paso por Sant Vicenç dels Horts (Barcelona), superó los 800.000 litros por segundo en la noche del lunes, mientras que el máximo de alerta está fijado en 470.000 litros por segundo. El río Ter, a su paso por Manlleu (Girona), superó los 60.000 litros por segundo en el tramo que desemboca en los embalses de Sau y Susqueda, los dos de mayor capacidad.
Cautela ante el fin de las restricciones
Pese a la mejora de la situación, el Govern ha pedido prudencia y ha advertido de que la sequía aún no ha remitido por completo. Más de seis millones de catalanes siguen sujetos a restricciones de consumo de agua desde febrero, que incluyen un límite de 200 litros por habitante y día para uso doméstico, un 25% para la industria y un 50% para la agricultura.
La portavoz de la Generalitat, Patricia Plaja, ha asegurado que no se planteará el fin de las medidas antisequía hasta que se tenga la certeza de que las desalinizadoras y el agua regenerada pueden garantizar el consumo humano durante el verano, cuando aumenta el gasto de agua.
Perspectivas para el futuro
Las previsiones meteorológicas apuntan a que las lluvias continuarán hasta finales de semana, lo que permitirá seguir aumentando los niveles de los embalses. Estas precipitaciones están aliviando la sequía en Cataluña y recargando los acuíferos, lo que beneficiará a la agricultura y al abastecimiento de agua potable.
Sin embargo, las autoridades advierten de que es necesario seguir siendo cautelosos y evitar el despilfarro de agua, ya que la crisis hídrica no ha terminado y el verano puede traer consigo un aumento del consumo.