El fiscal niega que hubiera información secreta en el correo sobre el novio de Ayuso

El fiscal Julián Salto ha asegurado ante el juez del Tribunal Supremo, Ángel Hurtado, que el correo que recibió del abogado de Alberto González Amador, novio de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y que acabó filtrado no incluía información reservada.

Salto ha insistido en que el abogado Carlos Neira envió ese mensaje con la propuesta "a un buzón de la Fiscalía Provincial de Madrid", "genérico", y que a él le remitieron una copia.

Propuesta de pacto

En ese correo, Neira admite que su cliente había cometido dos delitos fiscales y propone a la Fiscalía de Madrid un acuerdo de conformidad por el que González Amador aceptaría devolver lo defraudado (350.951 euros) más una multa y los intereses de demora para evitar su entrada en prisión.

Salto ha detallado que volvió a entablar contacto con Neira sobre este tema en dos ocasiones más: una presencial, durante un encuentro casual en otra causa judicial, y otra el 12 de marzo, cuando le escribió un correo para informarle de que ya había una denuncia y donde le hacía alusión al "acuerdo".

Salto ha afirmado que "varias personas han podido tener acceso al expediente antes del 7 de marzo", un día antes de que él supiera que González Amador era pareja de Ayuso.

Filtración del correo

Neira reenvió esos mensajes a Miguel Ángel Rodríguez, jefe de gabinete de Ayuso. Salto ha asegurado que ese día no pensaba que Neira incumpliría "la ética y la correspondiente deontología profesional" y que filtraría "un correo a un jefe de gabinete de un Gobierno de una comunidad autónoma".

Estos dos correos son los que la fiscal provincial de Madrid, Pilar Rodríguez, le pidió a Salto por orden del Fiscal General el 23 de febrero a las 21.39. A esas horas, el periódico El Mundo ya había publicado un artículo revelando ese pacto, pero tergiversado.

Salto ha explicado que estaba en un partido de fútbol en el estadio Metropolitano en Madrid cuando la fiscal Rodríguez le llamó y le dijo que no podía atenderla en ese momento. Esta le volvió a llamar pasado unos minutos: "Me dicen que el fiscal general del Estado no puede esperar", ha señalado Salto ante el juez Hurtado.

Salto envió el cruce de correos que mantuvo con el abogado de González Amador a las 21.52 horas. Según ha indicado en su declaración ante el juez, lo hizo "en cumplimiento de una orden legítima para saber qué ha pasado con ese asunto".

Para Salto había "quitar un poco de trascendencia" al tema: "Esa noche no van contra el señor González Amador, esa noche van contra el fiscal".

Investigación de la filtración

Cuando el fiscal general reclamó esos correos, esa información ya había circulado por las redacciones de una cadena de radio, otra de televisión y varios periódicos, entre ellos EL PAÍS. Este periódico conoció la confesión de culpa de González Amador al menos 31 horas antes de que el fiscal general la reclamara a sus subordinados para desmentir el artículo de El Mundo.

Poco después de pedir esa información, a las 22.10 La Sexta publica la primera información para desmontar el bulo, aunque sin revelar el contenido del correo electrónico.

Como respuesta, el jefe de gabinete de Ayuso difunde el contenido del segundo correo electrónico del fiscal Julián Salto a Neira del 12 de febrero y publica un tuit con la mentira de que el pacto entre González y la Fiscalía no se ha cerrado porque esta última "ha recibido órdenes de arriba para que no haya acuerdo".

Poco después, la Cadena Ser publica a las 23.20 horas el contenido del correo electrónico.

La fiscal superior de la Comunidad de Madrid, Almudena Lastra, señaló también el 16 de enero ante Hurtado que el fiscal general era el autor de la filtración del correo electrónico, aunque admitió que era solo una deducción a la que ella llegaba porque la Cadena Ser difundió el contenido de ese correo electrónico poco después de que este llegara a García Ortiz.

Su declaración choca con la del periodista de la radio que dio la exclusiva, que también declaró el 9 de enero en el Supremo y afirmó que accedió al contenido del correo electrónico varias horas antes, pero que su fuente no le dio permiso para publicarlo.