La nación chilena se encuentra en luto tras el fallecimiento del expresidente Sebastián Piñera. El Presidente de la República, Gabriel Boric, anunció la declaración de tres días de duelo nacional, abarcando los días 7, 8 y 9 de febrero, en honor al líder político.
El funeral de Sebastián Piñera será un evento de Estado, involucrando a los tres poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial. El protocolo establece honores militares constantes para el féretro del expresidente y la presencia de autoridades de alto rango.
Según el cronograma preliminar, el velatorio se llevará a cabo en el Salón de Honor del ex Congreso Nacional. El miércoles 7 de febrero, una ceremonia privada para familiares y amigos precederá a la apertura al público general por la tarde.
- El jueves 8 de febrero, el velatorio continuará durante todo el día en el mismo lugar, ofreciendo a la ciudadanía la oportunidad de rendir homenaje al exmandatario.
- El viernes 9 de febrero, el cuerpo de Sebastián Piñera saldrá del ex Congreso Nacional en dirección a La Moneda, pasando luego por la Catedral Metropolitana en la Plaza de Armas de Santiago. La jornada concluirá con un responso en el Parque del Recuerdo de Huechuraba.
El funeral de estado de Sebastián Piñera evoca recuerdos del último evento de este tipo, que tuvo lugar en abril de 2016 con la muerte del expresidente Patricio Aylwin. En aquel entonces, la expresidenta Michelle Bachelet lideró el poder ejecutivo.
El funeral de Estado no solo será un acto formal, sino también una oportunidad para que la ciudadanía rinda su último adiós al expresidente. La presencia de autoridades, tanto nacionales como internacionales, añadirá solemnidad a la ceremonia.
La información proporcionada se basa en el anuncio oficial del Presidente Gabriel Boric y detalles del protocolo funerario. Las fuentes serán continuamente actualizadas a medida que se desarrollen los eventos.
El funeral de Sebastián Piñera no solo marca el final de una era política sino también resalta la importancia de reconocer y honrar a quienes han dejado una huella significativa en la historia del país. La participación masiva en las exequias refleja el impacto duradero del expresidente en la memoria colectiva de Chile.