En un movimiento estratégico, el Gobierno ha conseguido bloquear una reforma a la ley de Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) en el Congreso Nacional, tras negociar con diputados opositores para que se ausentaran de la sesión. Inicialmente, la oposición buscaba aplazar la sesión debido a la falta de votos para alcanzar la mayoría, pero el oficialismo logró persuadir a un grupo de legisladores para que se retiraran.

El pragmatismo del Gobierno

En medio de las negociaciones del Ejecutivo con los gobernadores provinciales sobre el Presupuesto 2025, el oficialismo hizo valer su influencia para disuadir a los diputados opositores. Esta maniobra demuestra un enfoque pragmático por parte del Gobierno, que priorizó sus objetivos políticos sobre las diferencias ideológicas.

Sesión postergada

Como consecuencia de la ausencia de quórum, la sesión prevista para reformar la ley de DNU tuvo que ser postergada para el 21 de noviembre. Esta demora otorga al Gobierno un respiro y le permite continuar las negociaciones con la oposición para llegar a un consenso sobre la normativa.

Los gobernadores y el presupuesto

Las negociaciones entre el Gobierno y los gobernadores provinciales sobre el Presupuesto 2025 han sido un factor determinante en la estrategia del oficialismo. El Ejecutivo busca obtener el apoyo de los mandatarios regionales para aprobar su proyecto de presupuesto, y a cambio está dispuesto a negociar en otros ámbitos, como la reforma de la ley de DNU.

Diálogo y consenso

El Gobierno confía en que el diálogo y el consenso permitirán resolver las diferencias con la oposición sobre la ley de DNU. El objetivo es encontrar una solución que equilibre las facultades del Poder Ejecutivo con las garantías necesarias para evitar el abuso de los decretos de necesidad y urgencia.