Gobierno argentino suaviza el protocolo antipiquetes para la marcha del 24 de marzo

Mientras se acerca el 49º aniversario del golpe cívico-militar de 1976, el Gobierno argentino está adoptando un enfoque flexible en cuanto a la aplicación del protocolo antipiquetes durante la movilización del 24 de marzo en Buenos Aires. El Ministerio de Seguridad ha anunciado que no implementará el protocolo en su forma habitual, considerando que la marcha se perfila como una manifestación pacífica en conmemoración del Día de la Memoria.

Un enfoque diferenciado: Movilización pacífica versus piquete

Coordinación y monitoreo: El operativo de seguridad

A pesar de la flexibilización del protocolo, el Gobierno está implementando un operativo de seguridad coordinado con las fuerzas de la Ciudad de Buenos Aires. Patricia Bullrich está trabajando en estrecha colaboración con Horacio Giménez, su homólogo en la ciudad, para supervisar la movilización. El foco principal estará en el monitoreo de los cortes de calles ocasionados por la marcha, que partirá desde la exESMA y culminará en la Plaza de Mayo.

Expectativas y desafíos: La desconcentración

Si bien la atención principal estará en la gestión del tránsito, las autoridades se mantienen expectantes ante la desconcentración de la movilización. Existe la preocupación de que grupos externos o «infiltrados», como los describen desde el Gobierno, puedan aprovechar el momento para generar disturbios.

El enfoque del gobierno para esta marcha se centra en:

Un contexto sensible: El Día de la Memoria

El rol de la seguridad en la manifestación

El operativo de seguridad se centrará en la gestión del tránsito y la prevención de actos vandálicos. Las autoridades están coordinando los cortes de calle para minimizar el impacto en la circulación vehicular. Se prestará especial atención a la desconcentración de la Plaza de Mayo, donde se espera una gran afluencia de personas. El objetivo es garantizar la seguridad de los manifestantes y de la ciudadanía en general.

En conclusión, el Gobierno está adoptando un enfoque pragmático y flexible para la marcha del 24 de marzo, priorizando la seguridad y el respeto por la memoria. La clave del éxito estará en la coordinación entre las fuerzas de seguridad y la responsabilidad de los manifestantes. La expectativa es que la jornada se desarrolle de manera pacífica y que sirva para recordar a las víctimas de la dictadura militar.