La Guardia Civil ha asestado un duro golpe al narcotráfico en España con la intervención del mayor alijo de cocaína jamás detectado en el puerto de Barcelona: 4.020 kilogramos. La droga, procedente de Paraguay, permaneció oculta durante seis meses en sacos de arroz en el puerto de la capital catalana a la espera de su recogida por parte de la organización criminal. Sin embargo, el temor a ser detenidos por las autoridades, que ya habían incautado otros dos grandes alijos de la misma red en Paraguay y Reino Unido, retrasó su descarga.

Operación Sogata: intervenciones y detenciones

La bautizada como Operación Sogata se inició en 2022 cuando la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil recibió información sobre una trama que importaba productos agrícolas como pantalla para introducir grandes cantidades de cocaína en Europa. Concretamente, los investigadores apuntaban a diez contenedores cargados de sacos de arroz procedentes de Paraguay, un origen poco común para este tipo de cargamentos, y a uno de ellos como posible escondite de la droga.

El alijo fue procesado en Asunción, capital de Paraguay, y envasado en sacos de plástico cosidos a mano idénticos a los que contenían el arroz que servían para ocultarlo. Una vez en Barcelona, la droga iba a ser distribuida por toda Europa, según fuentes de la investigación.

Sin embargo, cuando la mercancía ya estaba a bordo de un buque portacontenedores, la organización sufrió un primer revés. A finales de octubre, la policía de Paraguay interceptó en el Puerto de Villeta un cargamento de 3.312 kilogramos de cocaína oculto entre plátanos que la trama pretendía trasladar a Bélgica. Cinco meses después, en marzo, las fuerzas de seguridad británicas interceptaban otro alijo de 2.100 kilogramos, esta vez oculto en paquetes de granos de cacao procedentes del puerto de Guayaquil, en Ecuador, y con destino a la misma empresa española investigada por la Guardia Civil.

Estas aprehensiones causaron problemas internos en la organización. Algunos de los implicados se retiraron y la trama empezó a tener dificultades económicas. A ello se sumaba el temor a ser detenidos si movían la droga del puerto de Barcelona, donde el contenedor acumulaba semanas y meses de almacenamiento con los consiguientes gastos. La organización alquiló varias naves en distintos puntos de España para ocultar la droga, convencidos de que, dado el tiempo transcurrido, el contenedor no estaba siendo vigilado por las fuerzas de seguridad.

Se equivocaban. El 26 de junio, en el momento en que la carga llegaba a una nave de Toledo, la Guardia Civil desplegaba la fase final de la Operación Sogata en siete ciudades —Madrid, Barcelona, Toledo, Sevilla, Cádiz, Álava y Jaén— que concluía con la aprehensión del alijo, el mayor detectado en el puerto de la capital catalana, y con la detención de ocho presuntos integrantes de la trama en España y dos más en Paraguay. Otras cinco personas han sido interrogadas como investigadas por su presunta implicación.

En la investigación, que instruye el titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Barcelona, Joaquín Aguirre, han participado junto al Grupo Central Antidrogas de la UCO, la Policía Nacional de Paraguay, la Agencia Antidroga de EE. UU. (Drug Enforcement Administration, DEA) y la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), también de Estados Unidos, así como diferentes unidades de apoyo de la Guardia Civil.

La mayor incautación de cocaína en el puerto de Barcelona

El alijo de 4.020 kilogramos de cocaína intervenido en el puerto de Barcelona constituye la mayor incautación de esta droga en dicha infraestructura. El operativo supone un duro golpe al narcotráfico en España y demuestra la eficaz colaboración entre cuerpos policiales nacionales e internacionales en la lucha contra este delito.