La guerra del Cártel de Sinaloa y el CJNG llega a los bares de Tijuana

La lucha entre el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) se ha extendido a Tijuana, Baja California, con los bares y centros nocturnos como nuevos campos de batalla. Los carteles buscan controlar la venta de drogas en estos establecimientos, lo que ha provocado enfrentamientos armados y violencia.

Alianzas y enfrentamientos

El Cártel de Sinaloa, aliado con narcotraficantes locales, tiene como objetivo apoderarse de la venta de drogas en los centros nocturnos. Sus vendedores, con la ayuda de meseros y personal de los bares, distribuyen su mercancía. Sin embargo, el CJNG también lucha por el control, lo que ha llevado a tiroteos entre ambos bandos.

  1. El Cártel de Sinaloa cuenta con las alianzas de Edwin Rubio 'El Max', Rafael Yocupicio 'El Cabezón' y Franklin Hueso 'El Ranchero'.
  2. El CJNG está liderado por los hermanastros Javier Adrián Beltrán Cabrera 'El Pedrito' e Isaac Alhiu Chávez 'El Puma'.

Violencia e impunidad

Los enfrentamientos entre los carteles han dejado víctimas civiles. Los vendedores de droga se ocultan entre los clientes, dificultando su identificación y captura por parte de las autoridades. Los operativos policiales no han logrado desmantelar las células criminales, y la violencia continúa.

Las autoridades municipales enfrentan críticas por no revisar ni cancelar los permisos de operación a los bares presuntamente vinculados con el narcotráfico. También se señala la colusión de tiendas de abarrotes y hoteles con los narcomenudistas.

Responsabilidades compartidas

Tanto las autoridades como el CJNG tienen dificultades para identificar a los delincuentes, que no aparecen en los organigramas delictivos. La falta de inteligencia dificulta el desmantelamiento de las células criminales y la prevención de la violencia.

La violencia en los bares también afecta a los elementos de seguridad de los establecimientos, que quedan atrapados en medio de los enfrentamientos.

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