Hablar solo, una conducta que con frecuencia se considera extraña o un signo de locura, tiene una explicación mucho más profunda desde la perspectiva de la psicología.

¿Por qué hablamos solos?

Estudios recientes revelan que este acto, lejos de ser una señal de desajuste mental, puede ser una herramienta eficaz para mejorar la concentración, regular las emociones y fomentar la resolución de problemas.

El monólogo interno o externo es un comportamiento común que comienza desde la infancia. Según investigaciones publicadas en revistas como Journal of Experimental Psychology, hablar solo puede ser una manifestación del diálogo interno que todos llevamos a cabo. Este diálogo puede ser eficaz para organizar pensamientos, tomar decisiones y hacer frente a situaciones complejas.

El psicólogo Lev Vygotsky, uno de los pioneros en estudiar este fenómeno, señaló que el lenguaje tiene una función reguladora, especialmente en la infancia. Los niños, por ejemplo, suelen hablar consigo mismos mientras juegan o resuelven problemas, y este hábito, conocido como «habla privada», les ayuda a estructurar sus acciones.

Aunque esta práctica disminuye con la edad, los adultos también recurren a ella, especialmente en momentos de estrés o cuando se enfrentan a tareas difíciles.

Beneficios de hablar solo

  • Mejora el enfoque y la memoria: Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Bangor, en el Reino Unido, encontró que hablar en voz alta puede mejorar el enfoque y la retención de información. Al verbalizar instrucciones o pensamientos, el cerebro procesa la información de manera más activa, lo que facilita el aprendizaje.
  • Regula las emociones: Hablar solo puede actuar como una forma de autorregulación emocional. Decir frases como «todo estará bien» o «puedo con esto» ayuda a calmar la ansiedad y generar confianza en uno mismo. Según un estudio publicado en Clinical Psychological Science, las afirmaciones positivas habladas en tercera persona tienen un impacto aún mayor en la reducción del estrés.
  • Facilita la resolución de problemas: Cuando enfrentamos dilemas complejos, verbalizar los pros y los contras en voz alta permite estructurar mejor el razonamiento. Este proceso activa áreas del cerebro asociadas con la planificación y la toma de decisiones, según estudios de neurociencia.
  • Estimula la creatividad: Hablar solo también puede estimular la creatividad. Muchas personas utilizan este hábito para generar ideas, practicar discursos o visualizar soluciones, ya que verbalizar los pensamientos ayuda a darles forma y a descubrir nuevas perspectivas.

¿Cuándo es preocupante hablar solo?

Aunque hablar solo es normal y beneficioso, puede ser un síntoma de alerta en ciertos casos. Si este comportamiento incluye voces que no pertenecen a la propia persona o se acompaña de una desconexión con la realidad, podría ser señal de un trastorno psicológico, como la esquizofrenia.

Conclusión

Hablar solo no es sinónimo de locura; es un recurso valioso que todos podemos utilizar para optimizar nuestro bienestar mental. La próxima vez que te encuentres conversando contigo mismo, no te avergüences. Estás activando una herramienta psicológica que puede mejorar tu vida en múltiples aspectos.