Una noche de pesadilla: Salvando vidas en la Dana

Somos Axel, Carlos y Marcos, trabajadores de una empresa de Barcelona. El pasado 30 de octubre, nos encontrábamos en Paiporta, Valencia, para un trabajo. Llegamos al hotel sobre las 18:30 horas y comenzamos a descargar el equipaje.

De repente, escuchamos sirenas y vimos un palmo de agua en la calle. Rápidamente, subimos al entresuelo y observamos cómo la situación se agravaba por momentos. El agua alcanzaba el metro de altura y arrastraba coches.

Rescate de José Luis

Frente a nuestro coche, vimos a un hombre (José Luis) atrapado entre dos vehículos. Uno de ellos lo arrolló y desapareció bajo el agua. Logró resurgir y nos pidió ayuda.

Le sugerimos que se subiera a un árbol, pero se resistía. Finalmente, lo convencimos y con la ayuda de las empleadas del hotel y otros huéspedes, lo izamos hasta nuestra habitación.

Evacuación de los bajos

Las empleadas del hotel nos informaron de que podía haber personas atrapadas en las habitaciones de los bajos, a las que solo se podía acceder desde la calle.

Abdel, un joven de 20 años, se ofreció a bajar atado con sábanas para rescatarlas. Una de las evacuadas fue Carmen, una comercial que se había quedado aislada sin cobertura.

La azotea y el reconocimiento

Subimos a la azotea del hotel para observar la desoladora escena. El agua no bajaba y Marcos decidió irse a la cama.

Cuando el nivel del agua descendió, vimos luces de linternas y escuchamos voces. Bajamos en busca de nuestros coches, pero pronto nos dimos cuenta de que lo importante era ayudar a los demás.

Seguimos las recomendaciones de la Policía y caminamos hasta Valencia, donde conseguimos algo de comida.

José Luis y Carmen

Carmen logró llegar a Mallorca y José Luis se encuentra bien tras ser atendido en el hospital. Se ha ofrecido a llevar comida a sus familiares, que siguen atrapados sin luz ni agua.

Conclusiones

La noche de la Dana fue una experiencia aterradora. Nos enfrentamos a nuestros límites y aprendimos que no estamos preparados para todo.

Sin embargo, también vimos la solidaridad y la valentía de las personas. Juntos, pudimos ayudar a los que más lo necesitaban.

Agradecemos a todos los que participaron en el rescate y a los que nos brindaron su apoyo.