¿Cada cuánto deben ducharse los adultos mayores?

El cuidado personal de los adultos mayores es fundamental para su bienestar y calidad de vida. Una pregunta frecuente entre quienes los cuidan es: ¿con qué frecuencia deben ducharse las personas de edad avanzada? La respuesta varía según su estado de salud, movilidad y sensibilidad de la piel.

La piel con el paso del tiempo

A medida que envejecemos, nuestra piel se vuelve más delgada y sensible, por lo que ducharse diariamente puede ser innecesario e incluso perjudicial. Según la Dra. Sylvie Meaume, dermatóloga y jefa del Servicio de Geriatría del Hospital Rothschild, ducharse con demasiada frecuencia puede resecarla y provocar irritaciones o infecciones. Esto se debe a que la barrera natural de la piel, conocida como película hidrolipídica, se debilita con la edad.

Esta barrera es esencial para mantener la hidratación y protegernos de las agresiones externas. Lavarse excesivamente o con productos agresivos puede dañarla, aumentando el riesgo de sequedad y afectando la salud de la piel.

Recomendaciones para adultos mayores

La Dra. Meaume sugiere que, a partir de los 65 o 70 años, lo ideal es enjuagarse el cuerpo diariamente, pero usar jabón solo un día de cada tres. Este método ayuda a mantener la higiene sin comprometer la salud de la piel. También se recomienda evitar frotar con fuerza para no dañarla.

Sin embargo, la limpieza diaria de ciertas zonas como el rostro, axilas, genitales y pies es necesaria para prevenir infecciones y mantener el bienestar general. Para quienes tienen problemas de movilidad o enfermedades crónicas, existen alternativas al baño tradicional, como toallitas húmedas o baños de esponja.

Pautas importantes

  1. Evitar el agua muy caliente.
  2. Usar jabones suaves y sin perfumes.
  3. Secar bien la piel después del baño.
  4. Aplicar crema hidratante a diario.
  5. Consultar con un dermatólogo ante cualquier irritación o afección de la piel.

Es importante adaptar estas recomendaciones a las necesidades de cada persona, considerando factores como la estación del año, la actividad física y el estado de salud. Mantener una buena higiene no implica ducharse diariamente con jabón, sino adoptar un enfoque consciente y acorde al proceso de envejecimiento.