¿Cada cuánto tiempo se debe cambiar la esponja de la ducha?
Mantener una buena higiene es esencial para prevenir enfermedades y problemas en la piel como alergias, irritaciones o infecciones. Por ende, es importante cambiar con regularidad ciertos artículos de aseo personal, como la esponja de ducha.
Aunque algunas esponjas están fabricadas con materiales resistentes, deben reemplazarse después de un tiempo. Además, es fundamental desinfectarlas tras cada uso.
¿Con qué frecuencia se debe cambiar la esponja de baño?
Las esponjas, ya sean de poro abierto o sintéticas, suelen emplearse en ambientes húmedos y cálidos. Esto favorece la acumulación de células muertas, creando un entorno propicio para la proliferación de bacterias.
Por esta razón, se recomienda limpiar la esponja después de cada uso y dejarla en un lugar seco para evitar la acumulación de bacterias.
En cuanto al tiempo de recambio, lo ideal es cambiar la esponja cada 3 o 4 semanas, sobre todo si está hecha de materiales porosos o naturales.
Si la esponja está fabricada con materiales sintéticos, puede durar un poco más, hasta 8 semanas. No obstante, dependerá del uso y del estado en que se encuentre. Si se observa un desgaste excesivo o resbaladizo, es conveniente reemplazarla antes.
Cabe destacar que cambiar las esponjas con regularidad no solo es un hábito de higiene, sino que también resulta crucial en hogares con múltiples personas. Cada miembro de la familia debe disponer de su propia esponja para minimizar el riesgo de enfermedades en la piel.