El enfado de un hombre en Utah tras la negativa de un reembolso por problemas mecánicos en su coche recién comprado le llevó a estrellar el vehículo contra la agencia donde lo adquirió. Michael Lee Murray, de 35 años, compró un Subaru Outback usado por 4.000 dólares el lunes por la mañana en Tim Dahle Mazda Southtowne en Sandy, cerca de Salt Lake City.
Poco después de la compra, Murray descubrió problemas mecánicos graves que comprometían la seguridad del vehículo. Frustrado, regresó a la agencia solicitando un reembolso, pero el gerente, Tyler Slade, le informó que el vehículo se había vendido «tal cual», sin posibilidad de devolución. Slade afirmó que la agencia había sido «muy clara» con Murray antes de la venta, advirtiéndole de la necesidad de reparaciones.
A pesar de las advertencias, Murray se sintió engañado y enfurecido por la negativa del reembolso, lo que desencadenó un enfrentamiento en la agencia. En un arrebato de ira, amenazó con estrellar su coche contra la agencia a menos que le devolvieran el dinero, pero Slade intentó calmarlo sin éxito.
Estrella su coche contra la agencia
Murray se subió a su vehículo, condujo hasta la entrada de la agencia y embistió las puertas de vidrio, destrozando parte del mobiliario. Un vídeo grabado dentro de la agencia muestra el momento del impacto, cuando Murray atraviesa las puertas y destruye un escritorio. Afortunadamente, ningún empleado resultó herido, pero la agencia sufrió daños materiales valorados en unos 10.000 dólares.
Murray fue arrestado y acusado de vandalismo, poner en peligro a otras personas y causar una interrupción económica. Fue liberado al día siguiente y, en una entrevista con Inside Edition, admitió que su enfado por la negativa del reembolso lo llevó al límite.
«Estaba realmente enfadado, molesto por mi dinero», dijo Murray. «Probablemente no debí haber embestido la agencia, pero simplemente llegué a mi límite de frustración».
La agencia ha expresado su conmoción y decepción por las acciones de Murray, señalando que habían sido transparentes sobre el estado del vehículo antes de la venta. El incidente ha generado preocupación sobre la importancia de la transparencia y la comunicación clara en las transacciones de vehículos usados.