Dormir lo suficiente es fundamental para mantener una salud óptima y controlar el peso corporal. La falta de sueño o un descanso de mala calidad no solo afectan el bienestar general, sino que también influyen directamente en la acumulación de grasa y el metabolismo.

Horario ideal para dormir y evitar la acumulación de grasa

Estudios científicos han demostrado que la privación del sueño afecta negativamente el metabolismo, promoviendo el aumento de peso.

Un artículo publicado en la revista Current Diabetes Reviews en 2020 afirma que la falta de sueño altera las hormonas relacionadas con el hambre, como la leptina (que regula el apetito) y la grelina (que estimula el hambre).

Este desajuste hormonal puede provocar una mayor ingesta calórica y un aumento de la grasa corporal, especialmente cuando se duerme menos de 6 horas por noche.

1. Desregulación hormonal y metabolismo

La falta de sueño, especialmente cuando es crónica, afecta la regulación de las hormonas relacionadas con el apetito y el metabolismo.

Según un estudio de 2015 publicado en The Lancet Diabetes & Endocrinology, las personas que duermen menos de 6 horas por noche tienen una mayor tendencia a consumir alimentos ricos en calorías durante el día, lo que favorece la acumulación de grasa visceral (la que se almacena en la cavidad abdominal).

2. Sueño y ciclo de insulina

Las investigaciones han descubierto que el sueño insuficiente altera el metabolismo de la glucosa y la acción de la insulina.

Un estudio publicado en Obesity en 2012 demostró que las personas que duermen menos de 5 horas por noche tienen una mayor resistencia a la insulina, lo que facilita el almacenamiento de grasa.

3. Sueño profundo y quema de grasa

Durante el sueño profundo, que ocurre principalmente en las primeras horas de la noche, el cuerpo realiza procesos de reparación celular y quema de calorías.

No dormir en las horas recomendadas interrumpe estos procesos y puede disminuir la eficiencia del metabolismo. El sueño profundo también ayuda a regular los niveles de cortisol, una hormona relacionada con el estrés y el aumento de grasa.