Imanol Pradales celebra su victoria electoral entre lágrimas y aplausos
Imanol Pradales, el próximo lehendakari vasco, ha vuelto a emocionarse este domingo, el día de su 49 cumpleaños, al comparecer ante los medios tras conocer los resultados electorales. Con el 98% del voto escrutado, el PNV ha logrado empatar en escaños con EH Bildu, pero se mantiene como primera fuerza política en votos, con más de 30.000 de diferencia.
La noche electoral ha sido tensa en la sede del PNV, Sabin Etxea. El candidato ha llegado a última hora de la tarde acompañado del presidente del Euzkadi Buru Batzar, Andoni Ortuzar, para seguir el recuento de votos. El sondeo publicado por EiTB al cierre de las urnas ya avanzaba un buen resultado para el partido, que se ha confirmado horas después.
Un sonriente Pradales hablaba de "buenas sensaciones" y decía que esperaba los resultados "con mucha ilusión y con muchas ganas". Ortuzar iba un poco más lejos: "Esto está casi hecho", decía el veterano dirigente jeltzale.
La primera batalla, la de salvar los muebles, se ha dado pronto por ganada en Sabin Etxea. Los primeros compases del recuento daban al PNV una cómoda ventaja en porcentaje de votos. Un sorpasso de EH Bildu en sufragios, como el que pronosticaban las últimas encuestas publicadas el pasado lunes, habría sido una derrota sin paliativos para el PNV.
No ha tardado Itxaso Atutxa, presidenta del Bizkai Buru Batzar, en comparecer en la sede del partido. Se ha mostrado optimista con los resultados que dibujaban la encuesta de EiTB y los primeros datos de escrutinio de la noche, que había anunciado minutos antes Josu Erkoreka, vicelehendakari y consejero de Seguridad. "El PNV, con los datos que tenemos, sigue siendo la primera fuerza en Euskadi, con tres puntos de diferencia a estas horas de la noche, y por el momento empatados en escaños".
Poco a poco, el avance del escrutinio confirmaba también que sumarían mayoría absoluta con el PSE. Solo quedaba la batalla por los escaños, el dato que redondearía la victoria.
Todas las miradas estaban puestas en Álava, la provincia menos poblada, donde apenas tres mil votos hacían bailar los escaños. Uno arriba, uno abajo. La espera ha debido de hacerse eterna en los despachos de Sabin Etxea hasta superar el 98% del escrutinio. Ese ha sido el punto en el que se ha dado por asegurado el empate con EH Bildu a 27 escaños y Pradales se ha asomado a la balconada del segundo piso de la sede para celebrar la victoria con los brazos en alto, mientras los militantes, que ya llenaban el atrio de Sabin Etxea, gritaban: "¡Ari, ari, ari, Imanol lehendakari!".
Acompañado de Ortuzar, el lehendakari saliente Iñigo Urkullu y otras figuras del partido, Pradales ha bajado a la sala de prensa emocionado. "El PNV ha ganado estas elecciones", ha dicho Ortuzar. "Es la primera fuerza política en votos, con más de 30.000 de diferencia, y ha ganado en escaños, empatado, eso sí, con la segunda fuerza. Mañana valoraremos el resultado en el Euzkadi Buru Batzar y nos pondremos en contacto con el resto de formaciones".
El líder del partido ha señalado, en un probable mensaje de mano tendida a un PSE que subía dos escaños, que el País Vasco "ha optado por un Gobierno liderado por el PNV y por un Gobierno plural".
Ha celebrado por último Ortuzar el "clima de normalidad" en que ha transcurrido la jornada, que, ha dicho, "comienza a ser afortunadamente una constante en nuestra Euskadi". "Nuestro compromiso", ha concluido, "es trabajar para mantenerlo".
Después de abrazar a Urkullu en el escenario, ha tomado la palabra Pradales. "Vuelve a ganar la democracia", ha dicho. "Una vez más ha quedado clara la pluralidad de este país. Trataré de conformar un Gobierno formado por mujeres y hombres de solvencia contrastada".
Atrás queda una semana intensísima en la que Imanol Pradales ha conseguido su objetivo de movilizar a un electorado del PNV que los sondeos daban por desmotivado. Algunos de esos votantes le esperaban en el atrio para cantarle el Zorionak zuri [Cumpleaños feliz].