Cinco infecciones oculares comunes y cómo tratarlas

Las infecciones oculares son una molestia frecuente, pero suelen ser fáciles de identificar. Los síntomas de estas infecciones pueden variar, desde enrojecimiento e irritación hasta visión borrosa, y algunas pueden persistir durante días o incluso semanas. Si bien algunas infecciones oculares desaparecen por sí solas, otras requieren medicamentos como antibióticos o antihistamínicos.

Conjuntivitis

La conjuntivitis es una de las infecciones oculares más conocidas. Se caracteriza por el enrojecimiento e inflamación de los ojos, acompañada de secreción pegajosa, especialmente en las mañanas. Esta infección es muy contagiosa y es causada por bacterias o virus que afectan los vasos sanguíneos de la conjuntiva, la membrana que rodea el ojo.

Queratitis

La queratitis es una inflamación de la córnea, la capa más externa del ojo, que puede ser causada por bacterias, hongos o incluso parásitos. Las personas que usan lentes de contacto tienen un mayor riesgo de sufrir esta infección, que puede llegar a ser grave si no se trata a tiempo.

Orzuelos

Los orzuelos son pequeñas protuberancias que aparecen en el borde del párpado debido a una glándula sebácea bloqueada. Aunque no son contagiosos, pueden causar molestias.

Uveítis

La uveítis es una inflamación de la capa media del ojo, llamada úvea, y puede ser causada por infecciones, lesiones o trastornos autoinmunes. Si no se trata, puede derivar en pérdida de visión.

Blefaritis

La blefaritis ocurre cuando los párpados se inflaman, a menudo debido a la acumulación de bacterias en las glándulas sebáceas. Aunque no es contagiosa, puede convertirse en una afección crónica que requiere tratamiento continuo.

Para reducir el riesgo de infecciones oculares, es fundamental seguir ciertas prácticas de higiene, como no tocarse los ojos con las manos sucias, lavar regularmente la ropa de cama y desinfectar lentes de contacto. Además, una dieta balanceada también puede contribuir a la salud ocular.