Influencer mexicana desata polémica al solicitar obsequios de alto valor a sus seguidores
En el dinámico mundo de las redes sociales, una nueva controversia está captando la atención del público. Briggitte Grey, una influencer mexicana con una considerable base de seguidores en Instagram, se encuentra en el centro de la polémica tras hacer pública una lista de deseos que incluye artículos de lujo con precios que alcanzan los 300 mil pesos mexicanos. Esta acción ha provocado una ola de críticas y debates sobre la ética de los influencers y su relación con sus seguidores.
Según reporta Enya M. Contreras (2025) en El Imparcial, Grey, conocida en Instagram como @imbriggittegrey, compartió su lista de deseos a través de sus historias de Instagram, lo que desató una rápida reacción por parte de su audiencia. La lista incluye artículos de alto valor, lo que generó controversia y acusaciones de «falta de ética» por parte de algunos usuarios.

¿Qué motivó la petición de regalos?
Grey justificó su petición argumentando que algunos de los artículos en su lista de deseos están destinados a apoyar su labor de rescate de gatos. En sus declaraciones, según El Imparcial (Contreras, 2025), mencionó que necesita casas, comida y jaulas para gatos, ya que se dedica al rescate, rehabilitación y adopción de felinos de manera constante.
Además, la influencer agradeció a aquellos seguidores que ya le habían enviado obsequios, especialmente aquellos destinados al cuidado de los gatos. Este agradecimiento, sin embargo, no logró calmar las críticas, que se centraron en el elevado costo de algunos de los artículos solicitados.

Reacciones y defensa de la influencer
La respuesta de Grey ante las críticas no se hizo esperar. Según el artículo de El Imparcial (Contreras, 2025), la influencer respondió con una actitud desafiante, defendiendo su derecho a pedir regalos y cuestionando la actitud de aquellos que la critican. «Pues qué mala onda de esta gente malvibrosa y eriza que nada más tiene que quejarse y es todo lo que hace, que se hagan de problemas que no son suyos, que quieran pleito con gente que ni los topa. Yo les recomendaría hacer ejercicio, se ve que les hace falta liberar endorfinas», comentó Grey en sus redes sociales.
Grey también aclaró que no ve ningún problema en pedir regalos, argumentando que, si alguien decide apoyarla y ayudarla a conseguir lo que desea, no hay razón para avergonzarse. Esta postura, sin embargo, ha exacerbado aún más la controversia, dividiendo a la opinión pública entre quienes la apoyan y quienes la critican.
El debate sobre la ética de los influencers
Este incidente pone de manifiesto un debate más amplio sobre la ética de los influencers y su responsabilidad hacia sus seguidores. ¿Es aceptable que los influencers soliciten regalos costosos a su audiencia? ¿Dónde está la línea entre expresar deseos y aprovecharse de la generosidad de los seguidores?
Para muchos, la clave reside en la transparencia y la honestidad. Si un influencer decide solicitar regalos, es fundamental que explique claramente el motivo detrás de su petición y que no ejerza presión sobre sus seguidores. Además, es importante que el influencer sea consciente de su posición de influencia y que no abuse de la confianza que sus seguidores depositan en él o ella.
Este caso de Briggitte Grey sirve como un recordatorio de la importancia de la reflexión ética en el mundo de las redes sociales. A medida que los influencers continúan ganando poder e influencia, es crucial que se establezcan límites claros y que se promueva una cultura de responsabilidad y transparencia.
La polémica continúa, y el debate sobre la ética de los influencers sigue abierto. Mientras tanto, Briggitte Grey sigue generando contenido en sus redes sociales, ajena a las críticas y defendiendo su derecho a pedir lo que desea.
¿Qué sigue para Briggitte Grey?
A pesar de la controversia, Briggitte Grey parece decidida a seguir adelante con su contenido y su labor de rescate de gatos. Queda por ver si este incidente afectará su imagen y su relación con sus seguidores a largo plazo. Sin embargo, una cosa es segura: el debate sobre la ética de los influencers y su responsabilidad hacia su audiencia seguirá siendo relevante en el futuro cercano.