El diputado federal del Partido Acción Nacional (PAN), César Israel Damián Retes, ha presentado una iniciativa ante la Cámara de Diputados que busca restringir el uso de "aceleradores de disparos" o "bump-stocks" en México.
Propuesta de ley
La iniciativa propone reformar el artículo 11 de la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos para establecer que los "instrumentos, objetos, aditamentos o accesorios que permiten que un arma sea disparada de forma automática" serán de uso exclusivo del Ejército, Armada y Fuerza Aérea.
Además, plantea modificaciones al artículo 86 para que las sanciones que actualmente se aplican a quienes transporten, organicen, reparen, transformen y almacenen estos dispositivos sin permiso se extiendan también a quienes los fabriquen, produzcan, distribuyan, posean, vendan o enajenen.
Peligros de los aceleradores de disparos
En la exposición de motivos de la iniciativa, el diputado Damián Retes señala que los aceleradores de disparos son dispositivos que se adaptan fácilmente a cualquier arma semiautomática, permitiéndoles incrementar su letalidad sin alterar sustancialmente sus características físicas.
Explica que estos dispositivos convierten de facto las armas semiautomáticas en armas automáticas, aumentando su capacidad y velocidad de disparo.
Preocupación por el tráfico ilegal de armas
El diputado panista también expresa su preocupación por el riesgo que representa para la sociedad mexicana el tráfico ilegal de estos dispositivos, ya que son introducidos al país de manera ilegal y elevan la peligrosidad de los grupos delincuenciales.
Damián Retes afirma que el incremento en los últimos años de la capacidad de fuego de las organizaciones criminales en México se debe, en buena medida, a la política laxa del gobierno de Estados Unidos para regular su mercado de compraventa de armas.
Señala que muchas de las armas que se comercializan en Estados Unidos terminan en el mercado negro en México, lo que incrementa la inseguridad y los delitos cometidos con armas de fuego.
Respuesta gubernamental
De acuerdo con las secretarías de Seguridad y Protección Ciudadana y de Relaciones Exteriores, cada año ingresan a México unas 200 mil armas, lo que significa que entre 2012 y 2023 entraron al país dos millones 266 mil 664 armas, de las cuales se aseguraron solo el 4,6 por ciento.
El diputado Damián Retes reconoce que se han implementado algunas acciones para contener el comercio ilícito de armas en territorio nacional, como las demandas contra las ocho armadoras estadounidenses.
Sin embargo, considera que es indispensable fortalecer las medidas para erradicar esta actividad y evitar que estos dispositivos caigan en manos de grupos criminales.